El luxemburgués Jean-Claude Juncker será el primer 'míster euro' de la Unión Europea

El proyecto europeo de dotar de más visibilidad y permanencia a sus líderes dio ayer un paso adelante. El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, será a partir de enero y durante dos años míster euro, es decir, presidente del Eurogrupo. Es un cargo contemplado en la Constitución Europea creado para agilizar y mejorar la coordinación económica de la eurozona. Los ministros de Economía y Finanzas de la zona (Eurogrupo) acordaron el nombramiento e iniciaron el debate sobre la propuesta de Bruselas de flexibilizar el Pacto de Estabilidad con algunos desencuentros.

El nombramiento de Juncker, quien rehusó presidir la Comisión Europea, responde al deseo de agilizar y mejorar la coordinación económica de la eurozona. El cargo de míster euro está contemplado en la Constitución Europea, al igual que el de ministro de Exteriores, que ocupará el español Javier Solana, Alto Representante de la UE (míster Pesc). Como presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker asistirá a los consejos de gobierno del Banco Central Europeo, aunque sin derecho a voto, y representará a la zona euro en la reunión de gobernadores de banco del G-7.

Juncker, de 49 años, es, además de primer ministro desde hace 10 años, ministro de Economía de su país y el miembro más veterano del Ecofin (consejo europeo de Economía y Finanzas). Está considerado un político brillante y cuenta en su haber con una lealtad sin fisuras para los grandes de la Unión.

Reto futuro

Sarkozy, que improvisó una prolongada reunión con los periodistas bajo el sol inclemente de la terraza del hotel que acoge a la reunión, en la playa de La Haya (Holanda), aseguró que la importancia de este nombramiento se verá sobre todo en el futuro. Su homólogo español, Pedro Solbes, fue más parco, pero también destacó la importancia del nombramiento.

La Constitución europea prevé un mandato de dos años y medio para míster euro. El Eurogrupo nombró a Juncker por dos años, lo que invalida antes de tiempo el método seguido hasta ahora de cambiar el presidente cada semestre. Juncker, de todos modos, estaba llamado a presidir el Eurogrupo un año, ya que la siguiente presidencia semestral de la UE es Luxemburgo.

Tras la reunión del Eurogrupo, el Ecofin informal en el que participan los 25 miembros de la UE inició el primer debate sobre la propuesta del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, para flexibilizar el Pacto de Estabilidad. Fue una primera toma de contacto tras la sentencia del Tribunal de Justicia europeo, que se expresó en julio pasado contra la decisión del Ecofin de suspender el procedimiento por déficit excesivo contra Francia y Alemania.

La propuesta de Almunia, avalada por la Comisión Europea, consiste en flexibilizar la aplicación del Pacto cuando un país registra débil crecimiento o estancamiento y en tener más en cuenta la deuda pública. Alemania reaccionó muy positivamente a una propuesta que, en principio, supone parar el reloj a la apertura del procedimiento contra Berlín y París. Francia hizo lo propio ayer con entusiasmo: "Demuestra una voluntad de pragmatismo que nunca habíamos visto en Europa", sentenció Sarkozy.

No todas las reacciones fueron tan positivas. Un pequeño grupo de países, entre ellos Finlandia y Austria, plantearon objeciones al concepto de "circunstancias excepcionales" a considerar para parar el procedimiento por déficit excesivo. Tampoco hubo consenso en cuanto a modificar el reglamento del Pacto de Estabilidad, posibilidad que no entusiasma tampoco al Banco Central Europeo. El presidente de turno, el holandés Gerrit Zalm, optó por zanjar el debate y dejarlo para el Ecofin de noviembre, como estaba previsto. El propio Almunia insistió en que llevar a la práctica sus propuestas será difícil, y que probablemente no haya acuerdo hasta el primer semestre de 2005.