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El Fórum analiza el futuro de las ciudades y los espacios colectivos

Los expertos señalan que las megápolis no garantizan los derechos

Clara Blanchar

Las ciudades, donde habita más de la mitad de la humanidad, tienen un amplio protagonismo en la recta final de los diálogos del Fórum de Barcelona. Ayer empezaron dos encuentros sobre la cuestión: Ciudad y ciudadanos del siglo XXI, que por las mañanas analiza los retos de las ciudades, y Espacio urbano colectivo, que dedica las tardes a los distintos intereses que pugnan por hacerse con él, como la movilidad, la arquitectura, las empresas, la seguridad o la identidad.

Ambos encuentros finalizarán el domingo y les relevará, a partir del lunes, el Foro Urbano Mundial.

La brutal emigración del campo a la ciudad que se producirá en los próximos años (2.000 millones de personas, de acuerdo con los cálculos de las organizaciones internacionales) es el origen de estos diálogos del Fórum, en los que expertos, básicamente del ámbito del urbanismo, analizan cómo las ciudades gestionarán semejante avalancha. Es todavía más llamativo que el 90% de estas ciudades emergentes estarán ubicadas en países pobres, alertó ayer el urbanista y técnico de la ciudad brasileña de São Paulo Jorge Wilhem.

Algunos asistentes criticaron privadamente el eurocentrismo de los discursos, con parlamentos muy centrados en los retos de ciudades históricas que afrontan problemas de dispersión, pérdida de identidad o bolsas de exclusión, pero que tienen una estructura urbana sólida, y apenas citando las megaurbes emergentes que carecen siquiera de trama definida, por no hablar de sistema de alcantarillado o administración pública.

Del total de ponentes que participan en los debates de esta semana, 37 son europeos, 3 norteamericanos, 5 latinoamericanos, 2 de Asia y otros 2 de Oriente Próximo. No hay ponencias procedentes de África. Las ciudades de Lagos (Nigeria) y El Cairo (Egipto) figuran en la lista de las urbes con más de 10 millones de habitantes.

Estas enormes conurbaciones "ya no garantizan la ciudadanía de sus habitantes, entendida como igualdad de condiciones y derechos", alertó ayer el director del diálogo, el urbanista Jordi Borja. En parte por la dificultad de gestionar las migraciones que se están produciendo, y en parte por la complejidad de la disputa por el espacio que mantienen el mercado y las políticas públicas, coincidieron la mayoría de los ponentes, partidarios de la planificación desde la Administración.

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Wilhem definió la realidad a partir de "situaciones bipolares". "Estamos ante archipiélagos de islas de consumidores modernos que hablan, trabajan y consumen más o menos de lo mismo, y que están rodeados de océanos de exclusión. En Barcelona la isla es grande y el océano pequeño, pero en Lagos o Bombay las islas son muy pequeñas y los océanos muy grandes".

Otro punto en el que hubo consenso fue el que dio por hecho que el sistema neoliberal está en crisis y que como consecuencia emergerán nuevas formas de política no formales, como los movimientos sociales, en palabras de la experta Saskia Sassen.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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