Amos Oz y Sari Nusseibeh unen sus voces para pedir "compromiso" en aras de la paz
El escritor israelí y el filósofo palestino reciben hoy en Barcelona el Premio Catalunya
Ambos nacieron en Jerusalén y pertenecen al mundo de la intelectualidad. Pero uno de ellos, el escritor Amos Oz (1939), es israelí y el otro, el filósofo Sari Nusseibeh (1949), palestino, lo que, a tenor del conflicto en Oriente Próximo, podría indicar que hay una distancia insalvable entre sus ideas. Nada más lejos de la verdad. Oz y Nusseibeh defienden una misma cosa: la paz. Y lo hacen pidiendo "una solución de compromiso" entre las partes enfrentadas. Reclaman hace años esta salida, cada uno desde sus tribunas -libros, artículos y, siempre que pueden, en foros públicos-. Hoy persistirán en su empeño al recoger el Premio Catalunya de manos del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.
El Premio Catalunya -que en las 15 anteriores ediciones ha galardonado, por ejemplo, a personalidades de la dimensión de Karl R. Popper, Mstislav Rostropóvich, Edgar Morin, Doris Lessing, Harold Bloom, Andrea Riccardi y Nawal al-Sa'dawi- reconoce a personas que han contribuido a desarrollar valores culturales, científicos y humanos en el mundo, y está dotado con 80.000 euros y una escultura. En este caso, el jurado ha apreciado "la convergencia" de las propuestas de paz para Oriente Próximo realizadas por Oz y Nusseibeh desde "la diferencia". "Desde tradiciones y posiciones contrastadas llegan a conclusiones muy parecidas con relación, entre otras cosas, al propio conflicto entre Israel y Palestina", reza el acta.
Precisamente, esta circunstancia fue subrayada ayer por el presidente delegado del jurado, el filósofo Xavier Rubert de Ventós, en la rueda de prensa de presentación de los galardonados, celebrada en el Palau de la Generalitat. "Este premio entraña una paradoja", señaló Rubert de Ventós, "porque Oz y Nusseibeh proceden de tradiciones diversas y, no obstante, llegan por distintos caminos a resultados semejantes; también lo son sus argumentos e incluso las metáforas e imágenes que usan en sus obras, por no hablar de la ironía y el sentido del humor que comparten".
A su lado, el escritor israelí y el pensador palestino, que se conocen y tratan con asiduidad desde hace años, asentían. Oz -autor de obras como El mismo mar, Contra el fanatismo y, la última, Una historia de amor y oscuridad, que él mismo presentará en Madrid la próxima semana- fue el primero en hablar de su teoría sobre "el compromiso" como respuesta a los duros enfrentamientos entre israelíes y palestinos, y, en general, a los problemas de la vida cotidiana. "Allí donde existe vida tiene que haber solución de compromiso: es necesario encontrarse con el otro en algún punto en común", sostuvo Oz, quien abominó del fanatismo y la violencia que destruyen su país. "Hemos de dejar de matar, y empezar a vivir", lanzó.
Nusseibeh, perteneciente a una familia de notables palestinos -los de su estirpe son los encargados de las llaves de la iglesia del Santo Sepulcro-, actualmente rector de la Universidad Al-Quds y considerado heredero intelectual del pensador palestino Edward Said, abundó en la idea de Oz para exponer a continuación su idea de los dos Estados, uno israelí y otro palestino, como solución a las desavenencias entre sus pueblos, una teoría que desarrolla en su libro No trumpets, no drums, no traducido al español, y con la que el escritor israelí coincide de pleno.
Nusseibeh hizo seguidamente un llamamiento a la opinión pública internacional a "no difundir el conflicto" de Oriente Próximo. "Necesitamos la paz", proclamó, "ya hemos tenido bastante lucha entre israelíes y palestinos, y no estamos interesados en extenderla a otras regiones. Queremos acabar de una vez por todas con el dolor, y el mundo nos puede ayudar a conseguirlo apoyándonos a nosotros y a personas como nosotros, que estén en la vía del pacifismo". "Para ayudarnos", incidió Oz, "no hay que elegir entre nosotros, no hay que estar a favor de los israelíes y en contra de los palestinos o, al revés, simplemente hay que estar a favor de la paz".
Tanto Oz como Nusseibeh rechazaron que sus planes para Israel y Palestina sean utópicos, aunque admitieron que, por el momento, los respectivos dirigentes políticos no están por la labor de asumirlos. Afirmó el filósofo: "La mayoría de la población está convencida de que lo que proponemos nosotros es la respuesta al problema, pero no es ningún secreto que en nuestras sociedades hay todavía mucha rabia y mucho dolor, y quizás odio. Estos sentimientos están muy presentes, pero a nivel superficial. Necesitamos que los políticos no sean sensibles sólo a esa capa. Y, en este sentido, una de nuestras misiones es contribuir a que el verdadero sentimiento de la gente aflore desde el fondo y los gobernantes sepan reconocerlo". Y Oz concluyó: "No es ningún secreto que no he votado a Sharon, y si fuera palestino tampoco votaría a Arafat, pero estoy seguro de que nuestro trabajo y el de otros muchos acabarán convenciendo a los líderes políticos de que deben modificar sus esquemas".
Contra la violencia
Amos Oz y Sari Nusseibeh, que el próximo viernes participarán en el Fórum, no se limitan a propagar sus tesis a través de la palabra. También actúan. Y ayer aprovecharon su comparecencia ante los periodistas para difundir sus respectivas iniciativas encaminadas a lograr el fin de la violencia en Oriente Próximo. Oz es el impulsor del Acuerdo de Ginebra, firmado el 4 de noviembre de 2003 -coincidiendo con el octavo aniversario del asesinato de Isaac Rabin-, que defiende la creación de un Estado palestino constituido en las costas de Israel, según las fronteras de 1967, con algunas modificaciones; Jerusalén como capital compartida de los dos Estados; la renuncia de los refugiados a volver a Israel, excepto algunos millares autorizados, y la entrega de las armas por parte de los terroristas palestinos.
Nusseibeh promueve La voz del pueblo, una campaña en la línea del Acuerdo de Ginebra, que ya ha recogido 200.000 firmas de apoyo de israelíes -entre ellas, la de Oz- y de 140.000 de palestinos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.