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Sanidad no tiene protocolo sobre la píldora del día siguiente en urgencias

El PSPV pide al Consell que la financie como otras comunidades

Obtener una receta para la píldora anticonceptiva del día siguiente por parte de los médicos de urgencias en los hospitales y centros de salud valencianos depende del azar. En función del facultativo o el centro, la mujer que la solicita puede encontrarse con que se le receta o con una negativa y una recomendación de acudir a un centro de planificación familiar -que cierran los fines de semana- para obtenerla.

La Consejería de Sanidad admite que no hay protocolos que regulen cómo responder a las peticiones en urgencias, aunque apunta que la responsabilidad recae sobre los centros de planificación familiar. La Comunidad Valenciana es una de las autonomías que cuentan con una mayor red de centros de planificación familiar y, en contra de lo que sucede en otros sistemas de salud, es personal especializado el que atiende las consultas y no médicos de familia. Por ello, estos dispositivos son los encargados de recetar las píldoras del día siguiente, unos comprimidos que impiden que una mujer que haya mantenido relaciones sexuales sin protección o cuando ésta ha fallado. Provoca la descamación del endometrio -la pared interna del útero- de forma que, aunque un espermatozoide haya fecundado el óvulo, el embrión no encuentra un tejido en el que anidar y es expulsado. Las pastillas -que cuestan 19 euros y que la sanidad pública valenciana receta pero no sufraga- son eficaces al 99,6% si se toman en las primeras 24 horas tras el coito, del 98,2% entre las 24 y las 48 horas y del 97,3% hasta las 72 horas, por lo que la rapidez es un factor a tener en cuenta. Pero los centros de planificación familiar cierran los viernes a las 15.00 y hasta el lunes no abren las puertas. Esto supone que durante los fines de semana no se pueden atender los casos que se presenten, a pesar de que es entonces cuando más relaciones sexuales tiene la población más joven, que es la principal consumidora de este producto.

Para hacer frente a estos casos, comunidades como Cataluña han aprobado la dispensación de las píldoras gratuitamente en las urgencias de los centros de salud y hospitales. En la Comunidad Valenciana, la respuesta que puede tener la mujer es diversa en función del médico que encuentre. Puede conseguir que el facultativo se la recete. Pero éste también se puede acoger a la objeción de conciencia para negarse o, simplemente, remitir a la mujer a un centro de planificación familiar y no recetarla, ya que no hay ninguna directriz de la Consejería de Sanidad que recomiende a los médicos expedir la receta.

Según la diputada socialista María José Mendoza, "no todos los centros sanitarios lo recetan y algunos médicos y farmacéuticos se acogen a la objeción de conciencia para no facilitar las pastillas porque la Iglesia Católica las considera abortivas". Por ello, exige que el Consell "debe financiar la píldora y ofrecer información y facilidades sobre éste y otros métodos anticonceptivos", tal y como hacen Andalucía, Extremadura, Asturias o Navarra.

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