A vueltas con el paro
Chile contrasta su elevado crecimiento con un desempleo del 9,7%
Chile cerró el primer semestre con un crecimiento del PIB del 4,9%, el más alto en cuatro años, impulsado por una recuperación de la inversión y del consumo y en una consolidación de las exportaciones. Sin embargo, esta bonanza se ve amenazada por las altas cifras de desempleo, que se aproximan a los dos dígitos, y por el elevado precio del petróleo.
La economía chilena continúa su despegue y esta vez acompañada de un elevado crecimiento, de un 4,9% en el primer semestre de este año, gracias a la recuperación del consumo que ha crecido un 5,5%, y de las exportaciones que subieron un 9,4% durante los primeros seis meses del año.
En los seis primeros meses ha logrado un superávit por cuenta corriente de 1.800 millones de dólares. Y la deuda no supera el 40% del PIB
La inversión extranjera directa ha alcanzado los 3.497 millones de dólares durante el primer semestre, el triple que hace un año
El elemento más determinante para este crecimiento, que según los analistas debe cerrar el año en un 5% -el más alto desde 1997-, ha estado en la recuperación de la inversión, un factor que ha caído progresivamente en los últimos tres años, pero que durante el primer semestre ha representado el 24,7% del PIB chileno. La inversión extranjera directa llegó hasta los 3.497 millones de dólares, el triple que hace un año.
Estos datos han llevado a la Administración chilena a vaticinar un PIB de 100.000 millones de dólares en 2005, lo que llevaría a Chile a ser la cuarta economía de Latinoamérica desde el sexto lugar que ocupa hoy. La producción chilena ha alcanzado en 2003 los 75.000 millones de dólares.
Algunas sombras
Pero no todo es perfecto. Los datos de paro entregados la semana pasada, ensombrecen estas cifras. Según la oficina de estadísticas chilena, durante el trimestre mayo-julio, el índice de desempleo llegó al 9,7%, unos 589.000 parados. Lo que preocupa a los analistas es la nula creación neta de empleos. Frente a esto se han levantado voces expresando preocupación por una supuesta "recuperación sin empleos".
Sin embargo, el Gobierno atribuye la cifra a una situación coyuntural, generada por factores estacionales. El servicio de estudios de BBVA, explica que al examinar los empleados por categorías ocupacionales se aprecia que los contratados aumentan a un ritmo del 2% anual, una cifra saludable que no debería despertar suspicacias.
El otro gran problema que amenaza la recuperación chilena es la elevada cotización del crudo. Según la patronal del comercio en Chile, el país deberá asumir un gasto adicional de 670 millones de dólares en sus finanzas, lo que podría restar un 0,4% al PIB final. Chile importa prácticamente todo el petróleo que consume.
Un tercer problema para el Gobierno chileno, es la elaboración del Presupuesto para 2005. Basado en un año récord de recaudación fiscal por los altos precios del cobre y el crecimiento de 5%, se ha logrado sólo en este semestre un superávit por cuenta corriente de 1.800 millones de dólares. Además, la deuda pública del Estado no supera el 40% del PIB.
Opciones presupuestarias
Las opciones del Presupuesto son dos: por un lado, aumentar el gasto público para dar un espaldarazo definitivo al crecimiento económico o guardar el dinero "en la hucha" para cuando vengan tiempos peores. El Gobierno, que se ha caracterizado por una estricta disciplina fiscal en los últimos cuatro años logrando déficit inferiores al 1%, ha optado por elaborar el Presupuesto más expansivo de los últimos cinco años, pero manteniendo las reglas fiscales.
Esto, en el supuesto de que la inversión siga su escalada durante el próximo año. Para el servicio de estudios de Caja Madrid, las señales son cada vez más positivas en este indicador, "aunque permanece rezagada por el exceso de capacidad que todavía existe y la incertidumbre generada por los cambios en la fiscalidad y en la regulación de sectores tan importantes como el minero, eléctrico o el de telecomunicaciones".
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