"El político quiere resolver rápido y no aguanta la presión de un secuestro"
Carlos Rubio, comisario del Cuerpo Nacional de Policía, ha mediado en los últimos años en decenas de secuestros, atracos con rehenes con gran éxito. Se hizo famoso cuando logró liberar a 20 niños que un ex alumno había retenido en una escuela de L'Hospitalet (Barcelona), en noviembre de 2002. Su máxima es ganar el mayor tiempo posible, no hacer promesas incumplibles y no tomar decisiones.
Pregunta. ¿Cómo cree que se ha llevado esta negociación?
Respuesta. No sé si ha habido, porque aquí lo importante es saber si Rusia estaba dispuesta a negociar. Parece que no.
P. Es que cree que era posible llegar a un acuerdo.
R. Siempre se puede negociar, pero hay países de línea dura que nunca consentirían la fuga de los secuestradores, aunque tengan que morir rehenes. Puede que hayan pedido liberar a sus presos. Bueno, pues quizás habría que haberlo valorado para ganar tiempo, que es muy importante.
P. Pero eso supone ceder.
R. Lo que hay que valorar es que se consigue. Con todos estos muertos, ¿se ha resuelto el problema checheno? No, lo ha empeorado. Siempre se puede ceder, pero a cambio de algo.
P. Quiere decir que no se han agotado todas las posibilidades.
R. Siempre hay que agotar y dilatar el proceso, darle hilo a la cometa, porque el tiempo siempre corre a tu favor, a favor del negociador pero en contra del político. El político no suele aguantar la presión de un secuestro y toma decisiones precipitadas porque quiere resolver rápido. Si aquí se hubiera ganado tiempo, los secuestradores hubieran tenido necesidades, medicinas, comida, y con eso se negocia. Y ese tiempo habría permitido negociar en el exterior con líderes chechenos con influencias en estas personas. Además, logras más información de lo que pasa dentro y eso es vital para, si finalmente se decide, proceder al asalto.
P. El negociador y el político...
R. Hay una máxima: el que negocia no manda y el que manda no negocia. El político no me puede decir qué tengo que hablar ni yo puedo decidir cuando se hace el asalto. En España se agota siempre la negociación y, si no hay otra salida, se asalta, pero gracias a esa mediación se hace con muchas garantías.
P. ¿Y si no se logra nada?
R. Si los secuestradores te llevan a un callejón si salida, si por ejemplo matan a un rehén, hay que asaltar, pero tiene que ser de forma muy planificada, con un dispositivo para atender a las posibles víctimas... Tienes que tener todo lo más controlado posible.
P. ¿Qué alternativas habría habido en este caso?
R. Lo importante es no meter a un animal feroz en un callejón sin salida, pero las salidas que le des tienes que controlarlas. Ellos no creían que pudieran salir vivos, pero quizás puedes garantizarles su integridad, al menos inicialmente, darles una vía de escape, incluso ayudarles a preparar su fuga, porque mientras ya estarás preparando cómo los agarras. El secuestrador tiene que percibir que él y el negociador están en el mismo barco y desde luego tienes que intentar que todo se resuelva de la mejor forma para todos.
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