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COMUNICACIÓN

La prensa alemana se moviliza contra una sentencia "que ata las manos de los periodistas"

Berlín

Editores alemanes de todas las tendencias y 43 directores de los medios de comunicación más importantes del país apelan en un escrito al canciller federal, Gerhard Schröder, para que Alemania recurra una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que pone en peligro la libertad de prensa. Sostienen los 43 directores: "Lo que se ha acordado, con el pretexto de proteger de los paparazzi la esfera privada, tiene consecuencias dramáticas para los medios en su conjunto. Si el Gobierno federal no eleva un recurso se atarán las manos a los periodistas serios".

La llamada sentencia Carolina del Tribunal Europeo de Estrasburgo del pasado 24 de junio, que dio la razón a la princesa de Mónaco en su recurso contra la publicación de fotos que la mostraban en la playa, montando a caballo o en bicicleta, podría en el futuro impedir "la tarea más importante de la prensa libre, controlar a los poderosos", dicen los editores alemanes. El Gobierno alemán tiene de plazo hasta el día 24 para recurrir.

El abanico de los directores que protestan abarca el espectro total de la prensa alemana, desde el amarillista Bild Zeitung y el conservador Die Welt del grupo editorial Springer, a semanarios que compiten cada lunes en el quiosco como Der Spiegel y Focus. Ayer se sumaron a la protesta los directores generales de las dos poderosas cadenas públicas de televisión.

Callar ante los escándalos

La carta de los 43 directores advierte de que la decisión del Tribunal de Estrasburgo "sólo permite en el futuro informar sobre personajes de la vida pública cuando actúen en sus funciones. Ya no podrá informarse de cómo se comportan en otros casos, con quién se reúnen, con quién mantienen relaciones de negocios y quién les paga sus vacaciones". Añaden los directores que la aplicación de la sentencia no permitiría informar sobre recientes escándalos como el fin de año del presidente del Bundesbank en Berlín con su familia a costa de un banco privado, los negocios con información privilegiada de un dirigente sindical metalúrgico, las relaciones del ex ministro de Defensa socialdemócrata Rudolf Scharping con un asesor de relaciones públicas y la meada del príncipe Augusto de Hannover contra el pabellón de Turquía en la Expo de Hannover.

Según los directores, de todo esto sólo se podrá informar con el consentimiento de los afectados, y así "se impide de forma masiva la principal tarea de la prensa libre: controlar a los poderosos".

El ex juez del Tribunal Constitucional alemán Dieter Grimm, especializado en protección a las personas, comentó: "Sólo se podrá informar sobre una cantante cuando canta, sobre un presentador de televisión cuando ejerce esa función, sobre un futbolista cuando está sobre el terreno de juego y no cuando molesta a la gente en una discoteca. La sentencia afecta no sólo a los excesos, sino a la esencia de las funciones de la prensa".

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