Los socialistas acuerdan con ERC dar un "giro social" al gasto público
La primera reunión entre el PSOE y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para negociar los presupuestos, celebrada ayer en el Congreso, acabó con parabienes de todos. Ambos grupos se pusieron de acuerdo, tras sólo dos horas de encuentro, en que las cuentas públicas del año próximo deben incluir un "giro social".
ERC lo concreta en seis puntos, a los que, a falta de echar números, los socialistas no tienen nada que objetar.
El espinoso asunto de la inversión en infraestructuras en Cataluña, que puede marcar un desacuerdo, se dejó para más adelante. Los republicanos quieren negociar este apartado directamente con el ministro de Economía, Pedro Solbes.
Antes, según explicó el portavoz de ERC, Joan Puigcercós, reunirá al tripartito catalán para identificar sus prioridades de infraestructuras. Una vez establecido el consenso en el seno de la Generalitat, será ERC, siempre según Puigcercós, la que "negocie en nombre del Gobierno catalán". El PSC, cuya dirigente Teresa Cunillera estaba ayer en la reunión, dejaría así la interlocución en manos de ERC.
Pero eso queda para más adelante. De momento, socialistas e independentistas acordaron seis ejes básicos del nuevo "presupuesto de marcado carácter social", como lo definió Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz socialista.
Primero, bajar los impuestos a las pequeñas empresas que creen empleo. Luego, igualar los derechos de autónomos y asalariados. Además, un fondo para la reconversión de sectores turísticos en retroceso. En el bloque social, tres puntos: mejora de las pensiones contributivas y no contributivas, creación de un fondo para los municipios con más inmigrantes y mayor inversión en "política de dependencia", el llamado cuarto pilar del Estado del bienestar.
