Unos 200.000 manifestantes apoyan al alcalde izquierdista de México, procesado por la justicia
Ardería Roma si el eventual candidato de la izquierda a la presidencia de México en las generales de 2006, Andrés Manuel López Obrador, favorito en las encuestas, es arteramente desaforado, juzgado e inhabilitado. La advertencia fue bandera entre los cerca de 200.000 simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece el alcalde de Ciudad de México, sublevados ayer contra una supuesta maquinación del presidente, Vicente Fox, sus aliados y la justicia federal. La concentración del Zócalo, en la capital, fue la principal demostración de fuerza del PRD desde el comienzo de la crisis, el pasado 19 de mayo.
La izquierda tocó a rebato en defensa del precandidato mejor situado porque, por primera vez, considera factible alcanzar la jefatura de la República. La posibilidad espanta a quienes adivinan, bajo el mandato de López, de 51 años, el nacimiento de un México populista e intolerante. La corrupción de varios de sus estrechos colaboradores, evidente en los vídeos difundidos hace meses, activó una campaña de aniquilación política del regidor, coinciden los analistas. No será permitida, clamaban ayer en el Zócalo. Flotas de vehículos procedentes de los 31 Estados de México acercaron a decenas de miles. "¡Desde ahorita, Andrés Manuel, hacia la presidencia!".
Imputado por la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía General) en el desacato de una sentencia sobre paralización de obras, López Obrador afronta un desafuero parlamentario y procesamiento. La condena judicial implica antecedentes penales y la inhabilitación como candidato. Los representantes del poder Ejecutivo en sus tres niveles, municipal, estatal (provincial) y federal, no pueden ser detenidos ni procesados porque la Constitución les afora. Sólo el Legislativo puede retirarles la protección. El oficialista y conservador Partido Acción Nacional (PAN) votaría por el desafuero en la comisión de la Cámara de Diputados que examina el caso.
El PAN tiene 151 diputados, el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), 224, y el PRD, 97. El PRI, primer partido de México, clave en todas las votaciones, cavila porque sus corrientes y pugilatos internos son complejos, y sus bases electorales, intercambiables con las del PRD en algunos reductos. El jefe del partido, Roberto Madrazo, también ambiciona la nominación presidencial del PRI, y la eliminación de su principal competidor en 2006, López Obrador, sería miel sobre hojuelas. No obstante, una alianza con el oficialismo podría causar corrimientos y percepciones dañinas para sus planes. Unos 100 diputados priístas rechazaron el desafuero.
Varias pancartas aludían al surgimiento del México bronco de eliminarse el fuero: "Diputados, no cometan un crimen político".
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