"Echamos en falta conciencia social en el teatro"
Guillermo Toledo comparte tablas con Alberto San Juan, Javier Gutiérrez y Roberto Álamo en Alejandro y Ana. Lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente, donde recrean su particular versión de lo que sucedió en el ágape posterior al enlace de la hija de José María Aznar. Es un montaje muy crítico con la derecha, el poder y el PP.
Pregunta. ¿Bromean cuando dicen que esto es "un ejercicio de rencor"?
Respuesta. Hay un poco cachondeo y un poco verdad, porque fue una boda absolutamente privada, entre dos personas que no son nada en la sociedad pública española, pero que pagamos entre todos.
P. ¿Qué se perdió quien no fue invitado?
R. Ni idea. Todo lo que ocurre en la obra son conjeturas nuestras, pero con tantos estamentos de la derecha representados, militares, políticos, empresarios, presidentes de varios países, pudo haber transacciones comerciales, pactos políticos. Incluso se pudo negociar entre el señor Rouco Varela y la señora Ana Botella sobre un ministerio para el Opus o algo así.
P. ¿Temían al fantasma de la censura?
R. Lo empezamos a temer cuando empezamos a sufrirlo, antes no. No nos imaginábamos que nadie se pudiera sentir amenazado por nosotros, y menos por una obra de teatro, y menos por una comedia.
P. ¿Echan en falta el papel crítico que asumen en la obra en otros agentes sociales?
R. Absolutamente. Existen muchas obras de teatro críticas con el poder, con la derecha, con la sociedad y hablan de lo que se vive en el día a día, pero se ven poco. En el cine o el teatro de masas falta absolutamente cualquier tipo de la más mínima crítica hacia nada, se hacen para entretener. Echamos mucho en falta la conciencia social dentro de los guionistas, los directores y los productores de teatro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.