El Ayuntamiento reurbanizará calles en el barrio de Sant Antoni para impulsar el eje informático
La tiendas del sector ya son 25 y no dejan de crecer en esta zona de Barcelona
El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido reurbanizar las calles de Valldonzella y Campo Sagrado para dar un nuevo impulso comercial al eje de Sant Antoni. El comercio está resurgiendo con fuerza en la zona con la ayuda de las tiendas de informática instaladas en el barrio. Tras años de atonía, han vuelto a surgir nuevos negocios, y donde hasta hace unos años abundaban las sastrerías y las tiendas de muebles, hoy también despuntan las tiendas de informática, las joyerías, los comercios de ropa y los bares de nuevo cuño.
La calle de Campo Sagrado es una de las más anchas de la zona y ahora el Ayuntamiento ha decidido hacerla parcialmente de uso exclusivo para peatones. La calle enlaza con el Paral.lel y la ronda de Sant Pau.
El objetivo de la medida es que la calle gane espacio para el paseo, indican fuentes municipales del distrito del Eixample, que dirige Assumpta Escarp. El inicio de las obras en esta calle no está aún concretado, pero será dentro de este mandato municipal, a partir de 2005, y la medida ya se ha recogido en el plan del distrito del Eixample.
Por su parte, la calle de Valldonzella, que enlaza la ronda de Sant Antoni y la calle de Tallers, se reurbanizará. También esta medida está recogida en el plan del distrito, en este caso del de Ciutat Vella, que dirige el concejal carles Martí.
Los comerciantes están satisfechos con estas medidas.En este eje comercial hay "2.000 comercios, incluyendo el mercado, las tiendas de los porches y las del domingo que rodean el mercado", dice Vicenç Gasca, presidente de los comerciantes del eje. Esperan la anunciada reforma del mercado de Sant Antoni, el eje neurálgico del barrio, para que esta área comercial tome un nuevo impulso.
Las tiendas de informática, de telefonía y de electrodomésticos se encuentran entre las que más están creciendo. Empezaron a instalarse en la ronda de Sant Antoni y ahora se extienden por las calles de Floridablanca y Sepúlveda. En menos de una década se han instalado 25 tiendas de informática y telefonía, y alguna de ellas está abierta 12 horas diarias seguidas.
"Sabemos que el 60% de los que llegan aquí son gente del barrio y el 40%, de fuera de él", dice el presidente de los comerciantes. "Pero las tiendas de informática están atrayendo gente de la ciudad que de esta forma se pasea por el barrio", agrega Gasca.
La actividad comercial no siempre fue tan buena como ahora. Miguel Sampietro, de 73 años, comerciante desde hace medio siglo que lo ha visto todo en el barrio, recuerda: "En la ronda de Sant Antoni llegamos a tener hasta 17 tiendas cerradas hace pocos años años". Sampietro, hoy director de la asociación de comerciantes de la calle, añade: "Las obras de la línea violeta del metro [línea 2] se eternizaron. La calle estaba permanentemente en obras, el ambiente se degradó y nadie quería instalarse aquí", recuerda.
Tiendas cerradas
Hace años, la ronda de Sant Antoni había sido "una de las mejores zonas comerciales de Barcelona, pero en los momentos de crisis con 17 tiendas cerradas era más fácil negociar alquileres o ventas de locales", agrega Sampietro.
En los últimos años han desaparecido tiendas emblemáticas como la de Pío Rubert Laporta, de bolsos y maletas, que hoy ocupa una tienda de electrodomésticos, o antes la de El Barato, hoy ocupada por dos bares que venden bocadillos en la esquina de Sant Antoni con la calle de Tamarit.
El último desembarco en la zona ha sido el de la cervecera Moritz, aunque no es propiamente tal porque la empresa nació allí. El auge de la zona ha llevado a Moritz a abrir un espacio gastronómico y cervecero en el número 39 de la ronda de Sant Antoni, que se inaugurará en otoño. Moritz resucita así 26 años después de desaparecer la marca en el mismo sitio donde su creador, el alsaciano Luis Moritz, abrió en 1856 la fábrica de cerveza.
Siete abrazos tristes
El mercado de Sant Antoni, inaugurado en 1884, bien podría llamarse el de los siete abrazos porque es uno de los lugares de Barcelona donde se unen más calles: siete, en total. Son las de: Tamarit, Borrell, Manso, Urgell, Sant Antoni Abad y las rondas de Sant Pau y de Sant Antoni. A pesar de tantos abrazos, el mercado presenta un aspecto triste. Cuatro de cada 10 puestos están cerrados, según la presidenta de los comerciantes del mercado, Águeda Valenzuela. Valenzuela ha pedido al Ayuntamiento rapidez para frenar el deterioro. En cambio, las tiendas de los porches y el mercado de segunda mano del domingo van bien, explican los comerciantes.
El Ayuntamiento ha prometido reformar el mercado en este mandato. Eso significa que deberá cerrarse y los comerciantes tendrán que desplazarse provisionalmente a un lugar cercano. Las obras podrían empezar a finales de 2006 y durarán varios años porque hay que hacer un aparcamiento subterráneo. La reforma, afirma el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella, supondrá una reducción del número de puestos.
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