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Reportaje:Verano 2004

Escapadas internacionales

La cercanía de Marruecos y Portugal favorece la organización de excursiones a los países vecinos

TAndalucía se presta en verano a realizar rápidas escapadas a Marruecos y Portugal. Estas son dos posibilidades.

- Tánger en cinco horas. Existe un Tánger empaquetado en un envase de cinco horas. Varias empresas ofertan visitas guiadas de un día, que incluyen el almuerzo, por unos 50 euros. Las salidas son desde Tarifa (Cádiz).

Mohamed es uno de los guías que utiliza la compañía FRS para las visitas turísticas. "Realizamos excursiones durante todo el año, pero en agosto, es cuando hay más trabajo". Mohamed brega durante todo el verano con los turistas, "en su mayoría son españoles o europeos que pasan sus vacaciones en Andalucía".

Mohamed cuenta en el autobús en que viajan los turistas, que Tánger está dividido en dos zonas, el casco viejo (con la alcazaba y la medina baja) y la parte nueva, conocida como la ciudad europea. Primera parada. Un euro por montarse en un camello. Foto, y el primer contacto con los vendedores ambulantes. Mohamed recomienda regatear: "Aquí no hay precio fijo, por ejemplo, un espejo empieza en 20 euros y acaba en 15 o 10 dependiendo del regateo". En esta ciudad marroquí, se pueden utilizar perfectamente los euros, eso sí, los lugareños agradecerán que se les pague en billetes, ya que los bancos no acepten monedas.

De camino al casco viejo, Mohamed explica que Tánger tiene más de 620.000 habitantes dedicados muchos de ellos a la industria textil, a la pesca y, cómo no, al turismo. Otro euro más por posar con una serpiente al cuello y después, los turistas son llevados por las estrechas calles hasta el restaurante donde comerán. El menú: sopa, pinchos morunos y cuscús.

Ahora toca el zoco. Vendedores ambulantes, tenderetes, tiendas bien presentadas.... Unas sandalias de cuero, diez euros; una lámpara de hierro, 25; un cinturón, 15. Todos los precios se deben, regatear.

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De vuelta al ferry, los turistas van cargados de bolsas, y tienen la sensación de haber vivido todo demasiado rápido. "Parece que acabamos de llegar hace sólo cinco segundos", comentan las sevillanas Sandra y Carmen tras pasar cinco horas en Tánger.

- De compras en Portugal. Toallas, sábanas, manteles y menaje del hogar en general. Más cuberterías, sartenes, ollas a presión y rápidas. Es lo que se puede encontrar en la rua del doctor Teófilo Braga, calle principal de Vila Real de Santo António (Portugal), el pueblo vecino de Ayamonte, al otro lado del Guadiana. En verano el pueblo es invadido por nubes de españoles que cruzan la frontera para adentrarse en calles repletas de comercios.

Podría pensarse que la estampa es imposible en los tiempos de la Unión Europea y de la moneda única. Pero no. José, de 34 años, que veranea en Huelva, no tiene brazos para llevar sus bolsas de ropa de hogar y cuberterías. "Existe una gran diferencia de precios", dice. Por eso peregrina cada año hasta el pueblo portugués.

La señora Segura, dependienta de la tienda de menaje del mismo nombre explica que es cierto que se compra, pero menos que antes. "Los españoles, compran de todo, sábanas, manteles. De todo, pero lo que más hacen es venir a comer".

La dueña de la tienda Algita, Mercedes Iglesia, está de acuerdo en que ya no se compra tanto como antes. "Todo esto, desde de la Unión Europea", dice. "Siguen comprando cubiertos, porque se dice que el acero portugués es muy bueno".

Pasear y comer parece ser la opción de muchos de los que cruzan la frontera desde España. La extremeña Pepi de la Montaña, que vienen desde Zafra, opina que es la mejor opción. "Todos los años nos comemos un buen arroz con marisco y un bacalao a la dorada". Y luego, una vuelta por el puerto, "que es muy bonito" dice Pepi. En cuanto a las compras, opina que es una tontería acercarse hasta aquí a obtener productos "que los encuentras en cualquier sitio al mismo precio o más barato".

Al mediodía las calles se vacían por el calor y los españoles se esconden en los restaurantes, refugiados entre bacalaos a la dourada con patatas y cervezas Segres.

Dónde y qué comprar

Tánger

En los viajes guiados a Tánger se incluye la posibilidad de visitar los dos zocos de la ciudad que se encuentran en la medina baja. Allí pueden encontrarse todo tipo de productos: sandalias de cuero, diez euros; una lámpara de hierro, 25; un cinturón, 15. Existen también numerosos herbolarios donde obtener hierbas con propiedades homepáticas, como la mandrágora, a cuatro euros, cremas de rosas a 10 euros. Y no olviden que siempre hay que regatear los precios.

Vila Real

En Vila Real de Santo António, los comercios para turistas se concentran en la calle Teófilo Braga. Allí, la tienda de menaje del hogar Segura, vende toallas de playa grandes, de fibra y algodón a 10,50 y 9,50. El comercio Algita oferta cuberterías de acero inoxidable de 180 piezas a 65 euros y ollas a presión a 46,50. En la calle Egas Moniz el restaurante O Fantastico, sirve abundantes platos típicos de bacalao o carne con precios entre los 5 y los 7 euros. Y todo muy bueno.

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