Redada en EE UU contra remitentes de mensajes basura
Las autoridades de Estados Unidos han detenido a un número indeterminado de personas en la que podría ser la mayor redada contra remitentes de correos electrónicos basura. No se han hecho públicos los nombres de los arrestados. Si se les declara culpables, podrían ser condenados hasta a cinco años de cárcel. En la redada también se ha detenido a sospechosos de falsificar identidades o de defraudar con tarjetas de crédito.
El correo basura se ha convertido en una plaga y desafía cualquier intento de mitigar sus efectos. Casi el 65% de los mensajes por Internet corresponde a correos basura, mientras que en diciembre pasado era el 58%.
Las grandes empresas y los proveedores de Internet han gastado millones de dólares para identificar y descargar la ingente cantidad de mensajes no solicitados. Pero los remitentes de este tipo de correo han desarrollado miríadas de técnicas para saltarse las barreras. Los esfuerzos por establecer modelos técnicos capaces de separar el buen correo del malo se han visto trabados por las discrepancias entre los grandes proveedores de Internet.
Sin embargo, algunos expertos no tienen claro que la ofensiva contra los remitentes de correo basura tenga mucha repercusión en los 500 millones de usuarios de Internet. "Hay tanta gente que envía correo basura que, por más que arrestes, habrá más que sigan enviándolo", dice Enrique Salem, vicepresidente de Symantec, una empresa de software de seguridad.
Por el contrario otros especialistas, como Steve Linford, director de Spamhaus Project -una empresa radicada en Londres que trabaja con grupos de presión que abogan por un endurecimiento legal sobre el tema- cree que la actual ola represiva puede hacer disminuir temporalmente el flujo de correo basura. "Ellos creen que nunca pueden ser capturados", dice Linford, "pero si atrapas a 10, 20 o 30 de los más conocidos la noticia se expandirá en esa comunidad". Lindford añade no obstante que la actividad de los remitentes de correo basura ha aumentado internacionalmente, en especial en Rusia, cuyos operadores podrían copar el mercado que la presión policial ha vaciado en Estados Unidos. "El año próximo y el siguiente veremos que Rusia es el problema principal", dice Linford.
En abril, el Departamento de Justicia acusó a tres personas en Detroit por envío de correo basura, en aplicación de la nueva ley aprobada el pasado diciembre. Pero en julio el caso fue archivado a instancias del Gobierno.
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