Chile rechaza extraditar a un implicado en el secuestro de Emiliano Revilla
La Corte Suprema de Chile rechazó el jueves la extradición a España del chileno Ramiro Silva Vial, acusado de colaborar en el secuestro de Emiliano Revilla, cometido por ETA en 1988, informaron fuentes judiciales chilenas.
El magistrado de la Corte Suprema Hernán Álvarez García, a quien le correspondió tramitar la solicitud de extradición, consideró que el delito que se le imputa a Silva está prescrito, por lo que resolvió rechazarla y concederle la libertad, la que se concretó el jueves.
Esta resolución judicial es de primera instancia, lo que significa que todavía debe pronunciarse al respecto la Sala Penal del máximo tribunal chileno.
Silva, que perteneció al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), agrupación que ejerció la resistencia armada contra la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), estuvo preso tres años en una cárcel de Madrid, aunque después quebrantó su libertad provisional y huyó a Chile en 1996. En la capital chilena se entregó voluntariamente a la policía el pasado 3 de septiembre y quedó de inmediato a disposición del juez Álvarez García.
Vigiló al secuestrado
Según fuentes judiciales, Silva colaboró junto a otros miembros del MIR en el secuestro del empresario Emiliano Revilla, quien permaneció en poder de ETA durante ocho meses. El chileno es sospechoso de haber efectuado tareas de vigilancia de Revilla durante el secuestro, junto a otros miembros de una célula del MIR que colaboró con la banda terrorista ETA.
Otros tres chilenos, Alexis Corbalán Muñoz, René Valenzuela Bejas y Gonzalo Boye Tusset, cumplieron penas de prisión en España por este mismo delito y se encuentran actualmente en libertad.
Silva afirmó que estuvo tres años preso "bajo una acusación genérica, sin cargos específicos y sin juicio", y considera que ya pagó sus delitos. También contó que después de los años de cárcel y de un año de ir a firmar a un juzgado español decidió, por consejo legal, volver a Chile. Agregó que su viaje a Chile lo hizo con un pasaporte que le otorgó el consulado chileno en España.
El industrial Emiliano Revilla estuvo 249 días en poder de la banda terrorista en un agujero excavado bajo un chalé de una sola planta en la calle de Belisana, en Madrid. Los miembros del MIR chileno se encargaban de la vigilancia y de llevar a los etarras a la vivienda. Silva trabajaba como camarero y los que le conocían aseguraron que "era un exaltado en sus opiniones".
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