Generar conocimiento

Un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha presentado un estudio según el cual las estatinas (los fármacos más utilizados para combatir el colesterol malo) bloquean la entrada del virus del sida en las células. Las primeras pruebas con pacientes parecen confirmar que ese medicamento reduce la carga viral en sangre en proporciones similares a la que consiguen los cócteles de antivirales.

Serán necesarios ensayos a mayor escala antes de que las estatinas puedan demostrar de forma inequívoca su utilidad y sumarse al arsenal de fármacos que se usan en la lucha contra el sida, pero el primer paso, el importante, se ha dado en un laboratorio español. Si esos futuros ensayos confirmaran lo publicado esta semana en una prestigiosa revista científica, el impacto en la lucha contra el VIH sería notable: las estatinas son mucho más baratas que los cócteles (varias de ellas ya no están protegidas por patentes), menos tóxicas y más fáciles de administrar.

La publicación de trabajos de investigadores españoles en revistas científicas internacionales ha dejado de ser algo excepcional. Ayer mismo se publicó en Cell un ensayo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, con Mariano Barbacid a la cabeza, que aporta luz sobre los mecanismos de la división celular, un conocimiento que puede ser importante para combatir el cáncer. España dispone de buenos científicos que se codean con la élite internacional y de la generación de jóvenes científicos mejor preparada de su historia. Hay un amplio acuerdo en torno a la idea de que sólo la generación de conocimiento propio puede asegurar el mantenimiento de la economía española y el bienestar de sus ciudadanos. Para que nuestra ciencia dé por fin el salto hace falta que se destine más dinero a investigación (el Gobierno no debe olvidar la promesa de aumentar el gasto un 25% anual), se reorganice el sistema para ganar eficacia y la empresa se suba realmente al carro de la I+D. ¿A qué esperamos?