La policía militar investiga 600 casos de abusos contra palestinos

Al menos 600 casos de supuestos abusos contra ciudadanos palestinos perpetrados por soldados israelíes desde el inicio de la última Intifada están siendo investigados por la policía militar israelí, según reveló ayer el abogado militar general, Menajem Finkelstein, ante el Comité de Constitución, Justicia y Ley del Parlamento.

El jefe de los tribunales militares señaló que entre los expedientes hay al menos 88 relacionados con disparos que mataron a palestinos, 217 de violencia y 181 de robos, según ha informado el diario Haaretz. También se investigan 114 casos por retrasos en los puestos de control y el empleo de palestinos como "escudos humanos" en incursiones militares israelíes.

El 22 de abril de 2004 la organización Rabinos por los Derechos Humanos denunció uno de los casos que más eco tuvo en la prensa israelí. Un niño palestino de 13 años, Mohamed Badwan, fue atado, como escudo humano, a la rejilla de un vehículo militar en la aldea de Bidú. La explicación que entonces expuso el Ejército fue que el objetivo de convertir a Badwan en escudo humano era "disuadir a los manifestantes de que dejaran de tirarles piedras". Entre los testigos de la acusación figura el rabino Arik Asherman, conocido por su activismo pacifista.

90 procesamientos

Sin embargo, de los 600 casos denunciados sólo 90 acabaron con el procesamiento de los soldados por abusos contra ciudadanos palestinos. Tan sólo 56 fueron condenados, y sólo unos pocos llegaron a ser encarcelados.

Debido al incremento de la violencia de los soldados, la organización israelí de Derechos Humanos Betselem distribuyó el pasado enero unas 5.000 "guías de comportamiento del soldado" en los puestos de control. El objetivo era poner un freno a la erosión en la conducta de los soldados israelíes que, bajo el paraguas de la ambigüedad y de la transmisión oral de las órdenes, han practicado cada vez más abusos, castigos arbitrarios y humillaciones de palestinos.

Esta ola de violencia generó la aparición de algunos grupos como Rompiendo el Silencio, que denuncian los castigos gratuitos, las humillaciones y los abusos contra los palestinos. Este grupo ha mostrado en Tel Aviv cómo se desarrolla la vida en los puestos de control del área de Hebrón y Belén. Entre los trofeos de los soldados israelíes se exhibían llaves de coches: uno de los sistemas que más se extendió en Cisjordania para castigar a los palestinos, ya que se les impide seguir el viaje.

Otro grupo, formado por al menos 600 soldados pertenecientes a unidades de élite del Ejército, denuncian las prácticas cada vez más violentas y de abusos de las fuerzas armadas israelíes.