Siete civiles mueren en un ataque en el centro de Bagdad

Los tres días que dura ya la Conferencia Nacional iraquí han sido saludados a bombazos por los insurrectos. A las 11.30 (dos horas menos en la España peninsular) lanzaron un proyectil de mortero que cayó en la calle Al Rashid, en el centro de Bagdad, a escasos centenares de metros del edificio en el que se celebra el foro. Siete transeúntes, entre ellos dos niños, murieron. "El lugar estaba repleto de gente", aseguró un portavoz del Ministerio del Interior. Un total de 42 personas resultaron heridas. Además, ayer murieron tres soldados de EE UU y un británico, además de numerosos civiles iraquíes.

En la ciudad de Latifiya, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, al menos cinco iraquíes murieron y otros siete fueron heridos al explotar una bomba colocada en el arcén de una carretera que pretendía alcanzar a un convoy militar de EE UU, indicó la policía.

Las extremas medidas de seguridad impuestas por el Gobierno de Ayad Alaui -controles policiales y militares y corte de las avenidas- no han podido evitar los frecuentes ataques. El domingo, los insurgentes mataron a dos personas en una parada de autobús, también en las cercanías de la zona verde, que acoge edificios gubernamentales. No han sido los únicos incidentes violentos que ensombrecen la celebración de la Asamblea. Según informó el Ministerio de Sanidad, 14 civiles murieron en enfrentamientos con soldados de EE UU entre las 9.00 del lunes y la misma hora de ayer en Ciudad Sáder, al este de la capital. Un soldado de EE UU murió en estos choques, mientras que un marine falleció en combate en el triángulo suní.

Muere un soldado británico

En la provincia sureña de Basora los insurgentes colocaron una bomba en una carretera al paso de dos vehículos en los que viajaban varios extranjeros. Por la noche estallaron numerosos choques entre los milicianos chiíes y las tropas británicas que controlan la región. El Ejército del Reino Unido anunció anoche la muerte de un soldado en los enfrentamientos, el tercero desde que comenzó la rebelión. En el norte, un avión espía fue derribado y un soldado resultó muerto como consecuencia de un ataque insurgente en Balad. En Ramadi dos civiles iraquíes murieron por disparos de las tropas de EE UU.

En Nayaf, 170 kilómetros al sur de Bagdad, también se produjo un brote de violencia en el que no estuvieron implicados los partidarios del clérigo extremista chií Múqtada al Sáder. Un portavoz de la Conferencia Nacional, Hadi al Army, afirmó que los marines asaltaron la sede de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), un partido moderado que formó parte del disuelto Consejo de Gobierno tras el traspaso de poderes al Ejecutivo interino actual, del que también participa. Dos personas murieron.

Y un portavoz estadounidense dijo, sin citar ni dónde ni cuándo, que Rabie Suhail Nayem, un responsable del espionaje militar de Sadam, había sido capturado.