La alta participación en Venezuela obliga a ampliar el horario de votación
Un tiroteo ante un colegio electoral de Caracas causa un muerto y 10 heridos
La emisión del voto se desarrolló lentamente en los 8.395 colegios instalados, que abrieron a las seis de la mañana (hora local) y debieron aplazar su cierre, previsto para las cuatro de la tarde y después prorrogado hasta las ocho de la noche (dos de la mañana en la España peninsular), porque la gente seguía en las colas.
El promedio de las consultas nacionales oscila entre el 50% y el 60%, según fuentes del Consejo Nacional Electoral. De madrugada en España, no se había difundido ningún dato provisional con resultados, ni ningún sondeo fiable.
La revocación de Chávez obliga a la oposición a sumar más de 3,7 millones de votos, los obtenidos por el gobernante en las generales del año 2000, y no ser superados por los sufragios de quienes ratificaron el mandato. "El Centro Carter ha participado en más de 50 elecciones en el mundo y ésta es la presencia de votantes más grande que he visto hasta ahora", destacó el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter. La emisión del voto se desarrolló lentamente en los 8.395 colegios instalados, que abrieron a las seis de la mañana (hora local) y debieron aplazar su cierre, previsto para las cuatro de la tarde y después prorrogado hasta las ocho de la noche (dos de la mañana en la España peninsular), porque la gente seguía en las colas. La mayoría de los electores, a quienes se prohibió portar distintivos de su preferencia política, esperó un promedio de cinco horas y aunque la exasperación era notable en algunas filas, pocos las abandonaron. "Nos jugamos mucho. La tensión que hemos vivido todos estos años debe acabar", coincidían muchas de las personas consultadas.
El tiroteo registrado ante un colegio electoral situado en una carretera de acceso a una barriada de Caracas, en el que murió una mujer de 28 años y diez personas resultaron heridas, se efectuó desde una moto. Fuentes oficiales no descartaron que se trate de un ajuste de cuentas entre bandas rivales.
La afluencia al referéndum apenas tiene precedentes en Venezuela. Si Chávez lo gana agotará su mandato, que comenzó en 1999, fue legitimado en 2000 y termina en enero de 2007; si lo pierde, deberá abandonar la presidencia y convocar elecciones en un mes. Una encuesta periodística por los barrios pobres, de clase media, o habitados por gente de diferente extracción, reproducía ayer el culto o el aborrecimiento despertados por el izquierdista y populista ex teniente coronel de 50 años al mando de este país petrolero de casi 25 millones de habitantes, con más de un 70% de pobreza, según datos de la ONU.
"Es un tirano que ha conseguido dividirnos y fracasó. Hay más pobreza y criminalidad que nunca", subrayó José Alvarado, de 40 años, ingeniero. El sastre de 50 años Pedro Morales, aplaude porque "nadie gobernó como él a favor de los desposeídos de siempre. El petróleo subió de precio gracias a sus gestiones en la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y el dinero beneficia ahora a los pobres, no sólo a los cogollos (cúpulas)". Unos 180 observadores, entre ellos presidentes de tribunales electorales de casi todos los países de América Latina, el Centro Carter y la Organización de Estados Americanos (OEA) vigilaron el desarrollo de un referéndum de tortuosa preparación. Los ex presidentes de Argentina Eduardo Duhalde y Raúl Alfonsín; de Costa Rica, Rodrigo Carazo; y de Colombia, Belisario Betancourt viajaron a Caracas.
"Ha sido un parto con dolor. El Gobierno puso toda clase de pegas a la recogida de firmas (2,4 millones para hacer posible la consulta), pero aquí estamos", se felicitaba Rebeca Echeverría, abogada, después de votar en La Florida. "El Consejo Electoral está a favor del Gobierno, que ha hecho toda las trampas del mundo. Pero los ciudadanos, la sociedad civil, hemos empujado a los políticos y vamos a ganar".
Horas antes de acudir al colegio correspondiente, Chávez destacó que el referéndum es limpio y ajustado a las condiciones establecidas en la Constitución Bolivariana de 1999, que sustituyó a la aprobada en el año 1961 por el bipartidismo de Acción Democrática (AD), socialdemócrata, y COPEI, democristiano, que se alternó en el Gobierno de Venezuela durante cuatro décadas. El jefe bolivariano se declaraba "imperturbable, serenísimo y segurísimo" de su victoria. Leyó Cien años de soledad, del Nóbel Gabriel García Márquez, y espera turno El mundo al revés, del uruguayo Eduardo Galeano, que participó como observador.
La oposición también se manifestaba segurísima de su triunfo, pero nada estaba decidido anoche. El Consejo Nacional Electoral (CNE) tenía previsto emitir su primer comunicado después del cierre de los colegios y una vez que la ventaja del sí o el no sea inalcanzable. El Supremo prohibió a la prensa publicar proyecciones antes de ese parte oficial. El Gobierno y la oposición, salvo reparos, prometieron respetar los resultados emitidos por el CNE y avalados por la observación internacional.
"Todo está funcionando perfectamente (...) si no pasa nada no nos pongamos a inventar problemas", admitió Enrique Mendoza, portavoz de la opositora Coordinadora Democrática (CD), que pidió a los suyos perseverancia contra el cansancio: "Hay que tener paciencia. Estamos al final de un largo camino que nos ha costado mucho trabajo y no podemos rendirnos ahora. Tenemos que seguir en las colas y votar".
