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Reportaje:

De las urnas a Internet, una transición difícil

El Gobierno de Zapatero ha anunciado que pretende implantar el voto electrónico para el referéndum de la Constitución europea, pero, aunque existe la tecnología, falta la infraestructura necesaria

Soledad Alcaide

En las elecciones generales del 14 de marzo hubo más de 1.000 españoles que, además de acercarse hasta su colegio electoral para depositar su papeleta, tuvieron la opción de emitir su sufragio de forma experimental a través de Internet o el teléfono móvil. Fueron 300 vecinos de Zamora, Toro y Pol (Lugo) y unos 800 del municipio granadino de Jun. Ahora el Gobierno quiere que esa posibilidad se abra a todos los españoles y pretende hacer viable el voto electrónico para el referéndum de la Constitución europea, que se celebrará previsiblemente en marzo de 2005.

Así lo anunció el pasado martes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras reunirse con el Rey en Mallorca, a quien explicó que el Ejecutivo estudia la emisión del sufragio a través de Internet, pero también ampliar el sistema de voto no presencial a los mensajes SMS de los teléfonos móviles. Lo que sea con tal de aumentar la participación en el referéndum dada la escasa afluencia de votantes en las elecciones europeas: un 46%, la mayor abstención en la historia de España.

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De momento, el Gobierno ha encargado dos informes: uno de carácter técnico, para asegurar su viabilidad, y otro jurídico, porque por ahora la ley electoral no contempla más voto que el presencial, lo que supondrá hacer cambios en la legislación. A ello hay que añadir que el Ejecutivo se plantea promover activamente la participación en este referéndum -no orientar el sentido del voto- y que los partidos políticos puedan recibir fondos públicos para financiar sus campañas, dos opciones que no permite la legislación actual. El PP ve bien que se permita la participación no presencial, pero está radicalmente en contra de que los partidos reciban ayudas públicas en esta consulta. -"Zapatero quiere aprovechar que hay un referéndum para ver si los partidos se forran", dijo ayer a Europa Press el coordinador de comunicación del PP y ex ministro de Justicia, José María Michavila-.

"Tecnológicamente es posible el voto electrónico. Los problemas son más de infraestructuras y de que la gente se haga a que su voto es secreto también de esta forma", asegura Caridad Aguado, técnico de Indra, compañía que puso en marcha las pruebas de las elecciones pasadas y que hasta ahora es la que cuenta con más experiencia en este campo. Además, Aguado trabaja en estos momentos en la elección del Consejo Asesor de la Guardia Civil, que por segunda vez se elegirá por vía electrónica, una experiencia que ha permitido que la tecnología utilizada se pueda ahora aplicar en otros campos.

"El problema que tiene la generalización del voto electrónico es que haya certificados para todos y un equipo donde votar, que no todo el mundo tiene", continúa. "Pero es una cuestión de tiempo".

Se refiere a que no todos los españoles disponen de ordenador: sólo un 43,3%, según el Instituto Nacional de Estadística: mientras que apenas un 25,2% tiene acceso a Internet. Una posible solución sería habilitar terminales en los propios colegios electorales, que habitualmente cuentan ya con conexión a Internet.

El otro problema que apunta Aguado es que, como en las elecciones de toda la vida, el votante tiene que ser identificado. El sistema ideal sería que todos los españoles tuvieran una tarjeta, lo que se viene a denominar el DNI electrónico, con un código cifrado que identificara a cada persona en la Red. Pero parece difícil que de aquí a marzo de 2005 todos los españoles posean uno, pues ya hubo retrasos en su implantación durante los Gobiernos del PP, que abandonó el Ejecutivo sin haber conseguido darle salida. Así lo cree Vicente Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, quien declaró a Europa Press que "mientras no esté definido y difundido el DNI digital será difícil" tener unas elecciones electrónicas.

En Internet, de momento, la función de identificación se puede hacer con la firma electrónica, que proporciona la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y que, una vez solicitada, puede descargarse de su página de Internet. Una de las dificultades sería que en la fecha del referéndum el elector tenga esa firma asociada a un chip criptográfico, de tal forma que sólo pueda ser utilizada por él. En las elecciones pasadas en Zamora, Toro y Pol a los 300 votantes habilitados se les entregó una tarjeta inteligente -como una de crédito, pero que lleva implantada el chip criptográfico-, en la que se había cargado su firma personalizada. Es la que utilizaron para votar en varios puntos dotados con ordenadores y lectores de tarjeta, habilitados por Indra en esos municipios. La tarjeta les permitía el acceso a una pantalla donde aparecían las opciones de voto. Exactamente igual que cuando usted acude a un cajero automático. Los votantes de esos municipios también habrían podido votar desde su casa, en el caso de que dispusieran de un lector de tarjetas.

En cambio, en Jun -donde en teoría podía votar todo el censo electoral (unas 2.000 personas), pero sólo solicitaron su firma 801-, la acreditación del ciudadano se realizó a través de un dispositivo criptográfico que se conecta a un puerto USB (Universal Serial Bus) que albergaba el certificado de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. En román paladino significa que cada votante disponía de un disco duro externo, con forma de bolígrafo y que se puede llevar de un sitio a otro, que contenía la firma electrónica y permitía, al conectarlo a un ordenador, votar a través de Internet, incluso en casa.

Con este procedimiento se evita dejar la firma en el ordenador a través del que se vota y que pudiera quedar albergado en un navegador, de tal forma que alguien que entre después pueda utilizarla y suplantar la personalidad del propietario. Ese día, el Ayuntamiento de Jun instaló un sistema inalámbrico (Wi-Fi), que facilita el acceso a la Red desde cualquier punto de la localidad.

"Hay gente que sostiene que las elecciones a través de Internet no se pueden hacer sin un DNI electrónico. Nosotros lo hicimos con este sistema y se demostró que era factible", asegura José Antonio Rodríguez, primer teniente de alcalde de Jun, miembro de la Ejecutiva Provincial del PSOE en Granada y que también forma parte del equipo de innovación tecnológica que asesoró a Rodríguez Zapatero en campaña. Ahora le ha preparado al presidente un informe sobre la experiencia de voto que se hizo en Jun. En él ha analizado todas las alternativas que existen en el voto electrónico. Junto a las dos mencionadas, también propone el sistema de papeleta electrónica que, a su juicio, sería la opción más factible, pero a la vez la más gravosa. "Suple a la de papel y soluciona el problema de la tecnofobia", asegura, consciente de que muchos españoles no se manejan con la tecnología

Este sistema supone que las papeletas, que son iguales a las tradicionales, las lea un escáner óptico, en el momento en el que se introducen en la máquina. Al cierre de la mesa, la urna electrónica totaliza automáticamente los votos de cada mesa e imprime el resultado, sin que haya intervención humana en el proceso de recuento.

Este sistema ha sido desarrollado por Indra y también es el modelo Demotek, cuya patente industrial la tiene el Gobierno vasco, y que se utilizó para las elecciones al rectorado en la Universidad del País Vasco de marzo pasado y en los comicios para elegir al presidente del Athletic de Bilbao, en junio de 2001. Ahora, el Ejecutivo vasco ha iniciado el proceso legal que permita utilizarlo en las autonómicas.

"Es una fórmula costosísima, porque habría que instalar urnas electrónicas en todos los colegios electorales, además de las papeletas para cada proceso", sostiene Rodríguez. Pero, agrega, se amortizaría tras la primera convocatoria y, además, ahorraría algunos gastos actuales, como por ejemplo las dietas de los componentes de las mesas electorales, que ya no serían necesarios.

El teniente de alcalde de Jun está convencido de que los mensajes SMS del móvil, que también se usaron en las elecciones pasadas con ayuda de Telefónica Móviles, son la única alternativa para que pueda hacerse de verdad el voto electrónico en el próximo referéndum. "No todo el mundo tiene Internet en casa, pero nueve de cada 10 españoles tienen móvil", sostiene. Además, el sistema es el más fácil. Cada ciudadano ha de solicitar previamente una clave alfanumérica personalizada, como las que envían los bancos para acceder por teléfono a las cuentas. En el caso de las elecciones, sería una clave para cada alternativa. El día de las elecciones basta con que el votante envíe la clave elegida como mensaje SMS y eso activa un mecanismo que evita que pueda repetir el voto por Internet. Tiene la ventaja de que uno no tiene que estar en la ciudad donde está su domicilio para poder votar y eso favorece la participación.

Rodríguez opina que para poner en marcha las elecciones electrónicas basta con la "voluntad política". De hecho, está convencido de que hay más problemas jurídicos que tecnológicos, pero sostiene que el referéndum sería una buena ocasión de experimentar nuevas formas de voto:

"Creo que es una obligación de los Parlamentos tratar de buscar vías que fomenten la participación".

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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