ETA prosigue su campaña en el Cantábrico con una bomba de escasa potencia en Llanes
El artefacto, similar a los anteriores y con una inscripción de la organización, no causó daños
ETA repitió ayer el esquema de actuación con el que reapareció el pasado día 7 tras casi un año sin conseguir realizar un atentado: una bomba de escasa potencia, que explota a plena luz del día (a las 13.30) en una zona turística de la costa cantábrica, en este caso el puerto de Llanes (Asturias), con aviso previo a un diario regional (La Nueva España). La quinta bomba de baja potencia colocada por ETA este mes no causó heridos ni daños materiales. A 15 metros del lugar de la explosión se encontraba el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, según informó el Ministerio del Interior.
El quinto artefacto explosivo colocado, según todos los indicios, por ETA en localidades turísticas del norte de España en ocho días, estalló ayer en el puerto de Llanes, a unos 300 metros del conjunto artístico Los cubos de la memoria, de Agustín Ibarrola, a la una y media de la tarde. Justo una hora antes, un hombre había telefoneado a La Nueva España. "Escuche atentamente. Hablo en nombre de ETA. El día 15 a las 13.30 estallará un artefacto en la zona de Los Cubos del puerto de Llanes", dijo.
La bomba, de escasa potencia, explotó a la hora anunciada a unos 300 metros de los cubos de hormigón pintados por el artista vasco, en una escollera por debajo del nivel del paseo junto a la desembocadura del río Carracedo, que la Policía Local y la Guardia Civil ya tenían acordonada. La construcción más cercana es el restaurante La Marina.
El artefacto era muy parecido a los cuatro que estallaron el 7 de agosto en San Vicente de la Barquera y Ribadesella y el pasado jueves en Santander y Gijón. En todos los casos, los daños materiales fueron poco importantes. En el de Gijón hubo un herido leve. El atentado de ayer tenía características similares a los anteriores, según informó el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y la "secuencia de los hechos" fue la misma, lo que hace pensar que fueron colocados por las mismas personas.
La bomba estaba compuesta por unos 300 gramos de explosivo aún por determinar (posiblemente amonal), "dos detonadores de microrretardo de origen desconocido" y restos de una pila de nueve vatios. Pero, según fuentes de la investigación citadas por Efe, el circuito eléctrico artesanal tenía una inscripción alusiva a la banda terrorista ("ST-ETA"), extremo que no consta en los otros atentados.
También fueron localizados un tapón de una garrafa y restos de una bolsa de plástico azul. Efectivos del grupo de explosivos de la Guardia Civil rastrearon la zona con perros. El acceso al puerto se reabrió a las tres y diez de la tarde, después de que se revisase toda la zona.
Antes del desalojo, el muelle se encontraba lleno de gente, pues el día había amanecido nublado y la mayoría de los turistas había cambiado la playa por un paseo por el puerto. "Mucha gente va a visitar los cubos de Ibarrola, anoche esto parecía una romería", declaró un vecino. "A la una menos diez llegó la Guardia Civil y comenzó a decir por megafonía a la gente que desalojara el puerto", comentó otro testigo. Pocos minutos antes de la explosión, había transcurrido por una calle adyacente la procesión de la Asunción. "Pensamos que era un cohete, por la fiestas", dijo otra persona.
Llanes, uno de los principales centros turísticos del norte, celebra estos días sus fiestas patronales por lo que la afluencia de visitantes es muy alta. En los casos anteriores, los artefactos también fueron colocados en lugares y días de mucha concurrencia. El sábado 7 estallaron dos a la misma hora: uno en Ribadesella (Asturias), poco después de concluir el Descenso Internacional del río Sella y otro en San Vicente de la Barquera (Cantabria) cerca del lugar en el que se desarrollaba un mercado semanal. El jueves 12 por la tarde se produjeron dos nuevas deflagraciones: en el céntrico paseo de Pereda de Santander y junto a la playa de San Lorenzo de Gijón. Allí un hombre de 78 años sufrió heridas leves de las que fue dado de alta ese mismo día.
'Comando itinerante'
Las cuatro bombas anteriores estaban compuestas por cantidades de entre 200 y 300 gramos de explosivo, posiblemente amonal. El Ministerio del Interior baraja la hipótesis de que pueda tratarse de un comando itinerante de la banda terrorista, puesto que en todos los casos el tipo de actuación fue el mismo. Además, las cinco explosiones se han producido en una franja costera de poco más de 200 kilómetros, entre las ciudades de Santander y Gijón.
Sobre esa hipótesis del comando itinerante, el ministro Alonso emplazó a "no adelantar acontecimientos", garantizó la "máxima tensión, alerta y fortaleza democrática" de su departamento en la lucha contra cualquier tipo de terrorismo y desestimó cualquier interpretación sobre la estrategia de ETA. "Lo importante" es que los terroristas "no van a conseguir que los demócratas se muevan ni un milímetro de sus posiciones".
A sólo 15 metros del lugar de la explosión se encontraba el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, quien fue alcalde socialista de Llanes, donde pasa sus vacaciones. Según Trevín, "la explosión sonó algo más fuerte que un volador". El delegado del Gobierno también recalcó que este nuevo atentado ha sido "en todo similar" a los cuatro anteriores.
Trevín comentó que la posibilidad de que exista un comando estable de ETA entre Asturias y Cantabria "no es la hipótesis más verosímil", con lo que parecía apuntarse a la tesis del grupo itinerante. "La autoría está clara, llamaban en nombre de ETA", concluyó.
La alcaldesa de Llanes, la socialista Dolores Álvarez, declaró en rueda de prensa que "la villa está tranquila" y que las fiestas continuarían con normalidad.
La consejera de Turismo del Gobierno asturiano, Ana Rosa Migoya, expresó su confianza en que esta nueva campaña terrorista no afecte a la región como destino turístico. "Este tipo de actos violentos en Llanes y otras localidades asturianas sólo persiguen atemorizar y recortar la libertad de los ciudadanos", añadió.
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