_
_
_
_
LA CRISIS DEL TURISMO / 2

Los precios de los hoteles de Barcelona bajan hasta 18 euros por el descenso de la ocupación

Sitges es la única marca turística de la provincia que resiste con sus tarifas

Lluís Pellicer

El sector turístico barcelonés vive una temporada desigual. La ciudad de Barcelona mantiene sus niveles de ocupación pese al fuerte incremento de su planta hotelera, mientras que el modelo de sol y playa casi agoniza con caídas de hasta 15 puntos porcentuales en sus contrataciones, a causa del descenso de la demanda. Los hoteles de ambos destinos sufren este año un descenso de precios de entre 10 y 18 euros por persona y día, según fuentes del sector. La excepción es Sitges (Garraf), donde los precios se mantienen pese a que la ocupación ha bajado cerca del 3%.

Más información
Los precios de los hoteles subieron un 1,9% en julio, 0,2 puntos más que en 2003

Los turistas que hasta hoy hayan buscado alojamiento en Sitges habrán comprobado que es complicado encontrar una habitación por menos de 60 euros. En cambio, los que se hayan alojado en Calella de Mar han hallado cama por precios de saldo que, según explican los empresarios, han llegado a ser de 16 euros la pensión completa. Esta diferencia da cuenta de la disparidad de modelos que conviven en la costa barcelonesa.

Los hoteleros están convencidos de que el aumento de turistas a Barcelona volverá a salvar la campaña veraniega. La ciudad mantiene una ocupación superior al 75% pese a que este año se han incrementado sus plazas en un 9% hasta alcanzar las 38.906 camas. Este crecimiento ha originado un descenso general en los precios que, en opinión de los empresarios, ha supuesto que Barcelona sea más competitiva en el mercado internacional. "Tenemos una gama de hoteles de alta calidad, con muchos servicios y con un precio muy competitivo. A causa del aumento de la planta hotelera, las tarifas han bajado entre 12 y 18 euros", explica el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña (CEHRC), Joan Molas.

Lo mismo opina la directora general de Turismo del Gobierno catalán, Isabel Galobardes, quien aún no quiere efectuar evaluaciones porque las reservas a última hora distorsionan cualquier previsión para el resto del verano: "Barcelona se ha convertido en la capital con más éxito por su amplia oferta cultural y complementaria, aunque consideramos que también debe ser un atractivo que tienen que explotar otros destinos, sobre todo los más cercanos".

Las cifras del mes pasado comportan que las perspectivas de los hoteleros del Maresme sean más bien pesimistas, puesto que, sostiene la CEHRC, sólo llenaron el 60% de las 35.550 plazas que lanzaron al mercado, lo cual representa una caída de entre 10 y 15 puntos respecto al mes de julio de 2003. Para este agosto, no prevén colgar el cartel de completo, y deberán conformarse con llenar el 90% de las plazas.

Los profesionales señalan que antes de efectuar cualquier evaluación deberán examinarse los precios, y la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV) informa de que éstos han descendido entre 10 y 15 euros por día y persona. "Los hoteles del Maresme sólo han tenido niveles óptimos en fechas muy concretas, pero hasta ahora la temporada ha sido muy floja y será difícil de recuperar.

Fuentes del sector señalaron que una cadena hotelera bajó de forma drástica sus tarifas un mes y medio antes de que llegara la temporada alta con el objeto de mantener su cuota de mercado. Ello provocó que el resto de establecimientos siguiera su estela y bajara aún más sus precios. El descenso en la demanda y en los precios se explica por la presión que ejercen los operadores turísticos y el resto de mercados competidores en el Mediterráneo. De hecho, ahora se están cerrando los contratos con los operadores, en los que se prevén descensos de hasta el 10% en las tarifas para 2005. La oferta hotelera de la costa del Garraf es mucho más reducida: tiene 9.738 camas, de las que 4.600 se encuentran en Sitges. Allí, en julio la ocupación bajó cerca del 3%, aunque ello no repercutió en los precios. "El sistema de contratación de nuestras plazas es directo, de forma que evitamos la intermediación de operadores turísticos y agencias de viajes. Esto nos permite ofrecer precios relativamente elevados. Una habitación de tres estrellas vale de 60 a 90 euros por persona, y una de cuatro, entre 100 y 140 euros", explica el gerente del Patronato de Turismo de Sitges, Frederic Prieto.

Varios profesionales auguran un incremento de los turistas del resto de España, que están salvando la temporada alta en muchos municipios. En cambio, se nota un descenso de los alemanes y, pese al incremento de comienzos de año, de los británicos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_