"No trabajo ni la liga ni el liguero"
Madrid
El día anterior a esta entrevista, Luz Casal ha podido conocer finalmente a Alejandro Amenábar: una revista francesa había insistido en juntar a la cantante y al cineasta. Dado que Luz tuvo su mayor éxito europeo con sus aportaciones a la banda sonora de Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar, el interés galo parece ser un buen presagio. Para Mar adentro, la historia del tetrapléjico Ramón Sampedro, Amenábar ha recuperado Negra sombra, los estremecedores versos de Rosalía de Castro que ella registró en 1996 con el acompañamiento de Carlos Núñez y Ry Cooder. Hoy, Luz se expresa con su característica voz pastosa y su peleona contundencia.
El poema de Rosalía habla de una presencia constante a los pies de la cama, así que es perfecto. Y la canción suena completa a mitad de la película, cuando aparece Rosa, una chica que manda guiños a Ramón a través de su programa de radio.
"Aquí puedes llevar 25 años sacando elepés y cada uno es como comenzar de nuevo. Vales lo que vale tu último disco"
"Los franceses deben de creerme la tataranieta de Carmen, la cigarrera de Sevilla. Ya ves, yo, gallega criada en Asturias"
Pregunta. ¿Recuerda cuando escuchó Negra sombra por vez primera?
Respuesta. Imposible, siempre ha estado allí. Juan Montes musicó el poema en los años 20 y entró en el repertorio de todas las corales; la versión mía, como solista, representó una ruptura. También para mí: era la primera vez que cantaba en gallego.
P. ¿Le han comentado algo las intérpretes originales de las canciones que grabó para Almodóvar? Por ejemplo, Chavela Vargas...
R. Me crucé con ella en México y dijo que le gustaba mi versión de Piensa en mí. Pero no pudimos profundizar porque siempre anda rodeada de un grupo de personas muy leales, muy protectoras.
P. ¿Y Mina, que cantó Un año de amor en 1964?.
R. Yo andaba de gira por Suiza y me llevaron a una emisora que estaba justo al lado de su casa, en Lugano. El locutor era amigo suyo e intentó juntarnos. Pero era la época en que se había puesto como un camión -ahora está bellísima- y se negó a salir. Lo entiendo: a mí tampoco me gusta mostrarme en público cuando me siento hecha un desastre.
P. Meter un tema en una banda sonora, ¿supone un pelotazo?
R. De los asuntos de derechos hay mucho que hablar: oficialmente, Negra sombra es una grabación de Carlos Núñez. Pero sí, me quita el mal sabor que me dejó ese anuncio de una medicina donde usan Piensa en mí. Es una falsificación, alguien que imita mi interpretación, pero hasta mi madre creyó que era yo.
P. ¿Qué ven los franceses en Luz Casal?
R. Me dicen que la fuerza, la pasión, la expresividad de España. Deben creerme la tataranieta de Carmen, la cigarrera de Sevilla. Ya ves, yo gallega criada en Asturias...
P. No lleva navaja en la liga...
R. Ni siquiera llevo liga. No trabajo ni la liga ni el liguero.
P. Viene precisamente del Sur de Francia, de grabar su nuevo disco, Simple alegría.
R. Es un disco muy orgánico, todo tocado, sin máquinas. Del rock a las baladas. Un tema de Henri Salvador y otro de Chris Barron, el de Spin Doctors, un buen amigo. Con muchos registros. Nunca he sido lo bastante pícara o lo suficientemente tonta para aprovecharme de esos éxitos y ponerme a lanzar discos de boleros desgarrados.
P. Mientras graba, ¿cómo se relaja?
R. Fueron 10 días, así que ni un momento de relajo... ¡en mi caso! Algunos de los que viajaron conmigo no sé si incluso se fueron de putas. ¡En Las Landas! No daba crédito.
P. ¿Cuánto lleva sin hacer gira de verano?
R. ¿Por los campos de fútbol y tal? Un par de años, antes de que esto empezara a bajar y todos nos pusiéramos muy preocupados por la piratería y OT. Decidí que no me valía eso de organizar mi vida alrededor de los programas de fiestas y festejos. Ahora actúo un poco todo el año, y siempre que puedo canto fuera.
P. ¿Qué recuerda de aquella España profunda que sufrió en sus inicios?
R. Habla como si fuera una cosa pretérita y yo creo que no ha pasado: pueden comprarse ropa de marca y viajar al Caribe pero en la música siguen siendo catetos. Todavía no hace mucho que sentí la vergüenza ajena de llegar con un equipo acojonante y descubrir que en el pueblo no había electricidad para poner aquello en marcha.
P. ¿Es diferente para una cantante?
R. ¿Lo dice por los ligones? Yo sé marcar las distancias y hago ver que una cantante no es una calientapollas ni te va a hacer monadas por ser el hijo del alcalde. Está claro que mandas diferentes mensajes si llevas una falda corta o si sales con pantalones, pero se supone que yo soy una mujer que canta a las complejidades del sexo y el amor, no una vedette.
P. ¿Cuáles son los principales malentendidos?
R. Todavía hay gente que me cree una marioneta y me pregunta quién me elige las canciones. Yo, alucinada: ¿no se nota que yo selecciono todo lo que canto? Pero no me quiero regodear en esas anécdotas. Detesto el punto victimista.
P. ¿Se respeta más a Luz Casal por ahí fuera?
R. Pues sí ¡o es que he tenido mucha suerte! He cantado ahora en Phoenix y Los Ángeles, invitada por Jackson Browne. Llegué al hotel y, aparte de las flores, siempre de agradecer, había una cesta inmensa de productos españoles. Quesos, aceitunas, chorizo, jamón, hasta vino de Ribera del Duero...
P. Que no son delicias que se puedan encontrar en cualquier supermercado californiano.
R. Pero lo mejor es que salía a presentarme, a una telonera que no conocía casi nadie. Jackson Browne escribió un texto que imprimió para que los espectadores supieran quién era yo, un folio que estaba colocadito en todos los asientos. Mira, no es mala idea. Aquí, en España, puedes llevar 25 años sacando LPs y cada uno es como comenzar de nuevo. Vales lo que vale tu último disco. La memoria musical apenas existe.
P. Ah, lo olvidaba. Para poner entre comillas: ¿fecha de nacimiento?
R. ¿Esto va en serio? ¿Lo pide el Libro de Estilo? De ninguna de las maneras. ¿Qué es lo siguiente, mi color de ropa interior? Me parece fatal. Ya sé que es una respuesta de folclórica casposa pero me da lo mismo, que cada uno lo interprete como quiera.
Sencilla alegría se publica en septiembre. Ese mismo mes, Luz Casal inicia una gira que terminara el 21 de diciembre en el Olympia de París.
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