Dinamarca no entregará a presos iraquíes tras restablecerse la pena de muerte
La persistencia de la violencia, los secuestros y la revuelta chií han complicado las relaciones dentro de la fuerza multinacional de 35 países dirigida por EE UU, que permanece en Irak en virtud de la resolución 1.546 del Consejo de Seguridad de la ONU.
- Dinamarca. El ministro de Defensa de Dinamarca, Soeren Gade, anunció ayer que suspendía la entrega de presos a las autoridades iraquíes después de que el Gobierno provisional restableciese la pena de muerte. "No entregaremos a nadie a no ser que estemos seguros de que los detenidos no van a ser condenados a la pena de muerte", señaló Gade. Los presos por delitos comunes en manos de las tropas danesas deben ser entregados, en teoría, a las autoridades iraquíes, y los detenidos por terrorismo, a las fuerzas británicas. El contingente danés de la fuerza multinacional, formado por 500 soldados, está establecido en Al Qurna, en la región de Basora, bajo mando británico. Sus soldados fueron atacados el sábado pasado por milicianos del Ejército del Mahdi y el enfrentamiento se saldó, según publicó ayer la prensa danesa, con tres civiles iraquíes muertos y varios heridos, que se vieron atrapados en el fuego cruzado.
- Polonia. El lunes anunció que, por segunda vez, cedía a los marines el mando de la zona bajo su control, las provincias de Nayaf y Qadisiya, donde se encuentra el epicentro de la rebelión encabezada por el clérigo rebelde Múqtada al Sáder, después de que EE UU solicitara el traspaso. "Se trata de una decisión dictada por la realidad", dijo el general Andrzej Ekiert, responsable de la División centro-sur.
- Tailandia. Mantiene en el sur de Irak a 450 soldados desde septiembre de 2003. Ayer, Bangkok anunció la retirada de sus tropas a finales de agosto y que no prolongará su estancia, prevista en principio por un año. El Gobierno señaló también que sus tropas habían abandonado sus actividades en el país.
- Ucrania con 1.650 soldados y Polonia con 2.500 han anunciado su intención reducir a la mitad en los próximos meses sus efectivos.
- Filipinas. Tras el secuestro de un ciudadano filipino, Manila retiró en julio a su pequeño contingente del país para cumplir las exigencias de sus captores, una decisión que desató una indisimulada ira de Washington. Las tropas españolas, 1.430 soldados, dejaron el país meses antes del traspaso de poder del 28 de junio.
- Japón. La base en la que están establecidos los 600 soldados japoneses, cuya presencia en Irak ha provocado enormes protestas en este país, sufrió ayer un ataque con mortero, que se saldó sin víctimas. Tokio ha reiterado que mantendrá a sus soldados en Irak, dedicados a labores humanitarias, pese a las amenazas.
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