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Greenspan aumenta los tipos al 1,5% y se da margen para nuevas subidas

La Reserva Federal admite el impacto del crudo, pero augura que la economía despegará

La Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, subió ayer los tipos de interés otro cuarto de punto, hasta el 1,50%. La Fed cree que éste es el nivel adecuado para que la primera economía del mundo crezca sin presiones inflacionistas, y sugiere que la recuperación permanece intacta pese a la escalada del petróleo. "La economía parece encaminada a retomar un ritmo más fuerte de expansión", afirmó. Las subidas futuras dependerán de la evolución de la actividad económica y del empleo, débiles en junio y julio. Sin olvidar la cercanía de las elecciones en EE UU.

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La cuestión ayer no estaba tanto en ver si se iban a subir los tipos otro cuarto de punto, sino en ver si la Fed mantendría el plan que pensaba el mercado. Como sucediera el pasado 30 de junio, Wall Street contaba ayer con una segunda subida de tipos en cuatro años para avanzar hacia un nivel más "neutral", en el que la tasa de crecimiento esté en equilibrio con la evolución de la inflación. "La Fed debía estar muy sorprendida por la debilidad del dato de empleo para no subir los tipos", indican desde la consultora DMJ Advisor.

Ese nivel neutro de los tipos, según los analistas, estaría en EE UU en torno al 3,5%. Pero la Fed no tiene prisas por llegar tan alto con su estrategia monetaria. Sugiere, en este sentido, que la subida de tipos será "acomodaticia", porque, excluyendo la evolución de la energía, la economía estadounidense no está mostrando signos de debilitamiento. "En los últimos meses, el crecimiento se ha moderado y la mejora de las condiciones en el mercado laboral se han ralentizado", señaló, sin embargo. Este debilitamiento se debe principalmente, continúa el banco central estadounidense, a un "incremento sustancial en el precio de la energía".

Pese a ello, la Fed señala que la expansión de la economía de EE UU no parece que vaya a verse afectada en el futuro por este problema y augura que seguirá creciendo a un ritmo "más fuerte", lo que deja abierta la puerta a nuevas subidas.

Hay dos factores que la Fed sigue muy de cerca desde que a comienzos de año empezara a preparar a los mercados ante una subida inminente de los tipos. El primero, la evolución de los precios. El espectacular alza en el barril de petróleo cambió el panorama de hace un mes: supone un factor de riesgo para que se incremente la presión inflacionista. La Reserva Federal deja entrever en su comunicado que no es el caso en este momento. "La inflación ha sido elevada de alguna manera este año", dice la Fed, pero indicando que una parte de ese incremento en los precios "parece reflejar factores transitorios". La Fed espera que la inflación "siga relativamente baja".

El segundo elemento clave para la Fed es la recuperación del ánemico mercado laboral. El pobre dato de empleo publicado el viernes -en julio sólo se crearon 32.000 empleos- obliga a la Reserva Federal a tomárselo con más calma hasta ver qué pasa realmente con la economía.

Greenspan ya adelantó a finales de julio ante el Congreso y el Senado que la economía de EE UU había entrado en una fase de crecimiento más débil debido a la caída en el consumo privado. En este sentido, la Fed señala que la decisión de subir de nuevo los tipos "prevé un apoyo a la actividad económica" que se ajusta con el incremento de la productividad.

Hay un tercer factor a considerar de cara a la reunión próxima del comité de política monetaria, prevista para el 21 de septiembre: la batalla política por la Casa Blanca. Wall Street no se descarta que la Fed se tome en ese momento un respiro para no interferir en la campaña, al ser la última reunión antes de las presidenciales del 2 de noviembre. Pero en un alarde de independencia, la institución que preside Alan Greenspan volvió a dejar claro en su comunicado que la política monetaria actual "puede modificarse" para "responder" a los cambios en las perspectivas económicas, "para cumplir con nuestra obligación de preservar la estabilidad de precios".

Los analistas señalan en este punto que los futuros movimientos en los tipos dependerá de cómo vayan llegando los números en las próximas semanas. "Sobre todo habrá que tener en cuenta el próximo dato de empleo", señalan desde Wells Fargo. El consenso en Wall Street es cada vez mayor hacia que 2004 se cerrará con los tipos en el 2% y que durante el primer trimestre de 2005 podrían subir hasta el 2,5%. "La Fed tendrá mucho cuidado de cara a futuras acciones", señalan en DMJ Advisor.

El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan.
El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan.REUTERS

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