La sociedad de neumología califica de "plaga" la proliferación de la legionela
"Una auténtica plaga". Así definió ayer la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SENCT) la proliferación de la legionela en España, donde esta bacteria ha afectado a más de 2.000 personas desde 1997. Ante estas cifras, los neumólogos españoles pidieron ayer mediante un comunicado que se haga cumplir la actual normativa sobre revisión y limpieza de los sistemas de refrigeración, los principales focos de propagación de la legionela.
El vicepresidente de la SENCT y neumólogo del Hospital Clínico de Barcelona, Antoni Torres Martí, explicó ayer a Europa Press que la legionela es una "enfermedad emergente", cuya incidencia está aumentando porque cada vez hay más aparatos de refrigeración en grandes edificios, que favorecen la persistencia de aerosoles en el ambiente.
Torres Martí recordó que el precedente más inmediato del brote de legionela que afecta estos días a Barcelona es el del pasado mes de junio en Zaragoza, con 30 enfermos.
Por esta razón, el citado neumólogo considera esencial la prevención y está convencido de que "si se sistematizaran y estandarizaran en todo el país las medidas de control, se podrían evitar muchos casos" de esta patología.
La Sociedad Española de Neumología mostró su preocupación, mientras que los responsables de la Agencia de Salud Pública de Barcelona afirmaron que desde el pasado lunes no se comunica ningún nuevo caso de esta enfermedad. Así pues, el número de afectados por el brote declarado en el barrio de Vallcarca de Barcelona se manteine en 13. De ellos, tres permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Vall d'Hebron y de la clínica Delfos y su situación es estable dentro de la gravedad, mientras que las otras cinco personas ingresadas en planta evolucionan favorablemente.
Foco no controlado
Aunque en la Agencia de Salud Pública nadie se atreve a dar por controlado el brote de legionelosis, sí comienza a haber un ambiente más optimista, ya que el último paciente que desarrolló los síntomas de la enfermedad lo hizo el martes de la semana pasada. Si pasan 10 días sin que aparezca ningún caso, el brote se podrá dar por controlado.
Mientras tanto, sigue la incógnita sobre el lugar exacto donde se inició el brote infeccioso. Los resultados de los análisis realizados a cuatro sistemas de refrigeración del barrio de Vallcarca no se conocerán hasta la semana próxima, y mientras tanto, lo único que pueden hacer los responsables de salud pública es pedir calma a la población. Los técnicos también aseguran que no hay nada que puedan hacer los ciudadanos para protegerse de un posible contagio, puesto que probablemente el foco infeccioso ya se encuentra inactivo y no afectará a ninguna otra persona.
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