El camino hacia la reforma
De la capital griega ha de salir el borrador para modificar el programa olímpico
La asamblea del COI, que finalizará el jueves, tiene un tema estrella, salvo que la vibrante actualidad de los sucesos depare otros. La comisión ejecutiva encaminó ya las primeras medidas con la suspensión de Ivan Slavkov y ahora se refrendará, por ejemplo, su recomendación de expulsar al indonesio Mohamad Hasan, encarcelado desde 2001 en su país y condenado a seis años por corrupción. Pero, sobre todo, deberá darse el visto bueno a los criterios en los que se basará la futura reforma del programa de los Juegos. Es el gran debate interno: qué deportes deben salir o entrar. El estudio se centra en la práctica más universal, en las audiencias de televisión y en el coste de organizar las competiciones. La experiencia anterior y la de ahora servirán para abordar los cambios en la reunión de Singapur, en 2005, clave porque también se decidirán allí las aspiraciones de Madrid a los Juegos de 2012.
Jacques Rogge no puede tener buen recuerdo de una anterior, en México, donde le echaron para atrás su intento de limpiar el programa de deportes o de partes de ellos cuya presencia es ya más que discutible. Entonces cometió un grave error. Fue de frente y metió en el mismo saco de la negociación, por ejemplo, al pentatlón moderno y a la marcha atlética. Todo se volvió contra él en una derrota insólita para un presidente. Su técnica de cirujano ortopédico no funciona siempre con miembros olímpicos tan variopintos. Por eso ahora ha dado un rodeo y llevará las cosas más despacio y por separado.
Pero, en esa línea, el pentatlón, de origen militar y otra época -suma de natación, tiro, esgrima, hípica y cross-, está sentenciado desde hace tiempo por su poca práctica. O el béisbol y el softból (el béisbol femenino), nada universales y al que hacen ascos los mejores profesionales, mucho más que el fútbol. O el piragüismo de aguas bravas y el concurso completo de equitación, que requieren instalaciones costosísimas y luego inservibles. Respecto a la marcha, pese a sus problemas de descalificaciones y su antinaturalidad, será difícil que el atletismo permita su supresión.
Por otra parte, es posible que la sueca Gunilla Lindberg, ahora vocal de la ejecutiva, sea elegida vicepresidenta en sustitución del alemán Thomas Bach, que cumple su ciclo. Sería la segunda mujer en el cargo, tras la estadounidense Anita DeFrantz, que estuvo de 1997 a 2001 y aspiró incluso a la presidencia que ganó finalmente Rogge.
La sesión comienza sólo un día antes de que se jueguen los primeros partidos de fútbol. Casi a la vez que la Argentina de Ayala y Saviola debute contra una Serbia en cuadro porque muchos jugadores no han querido venir y que incluso hasta mañana mismo, cuando lo decida su Parlamento, no sabe qué himno va a usar: el antiguo de la Yugoslavia de Tito o uno nuevo al ser ya Serbia y Montenegro.
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