Bienestar social anuncia 18 nuevos centros de acogida para maltratadas

La consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, hizo ayer un repaso a los programas en los que trabaja su departamento de cara al próximo curso político, y que abarcan la violencia de género -con 15 nuevas viviendas tuteladas y tres de corta estancia para mujeres maltratadas hasta 2007-; la firma de un convenio con el Col·lectiu Lambda de gays, lesbianas y transexuales para combatir la homofobia, por la que la asociación recibirá 24.000 euros; la creación de un consejo asesor del discapacitado y de un observatorio sobre la inserción socio laboral de los jóvenes que hayan pasado por el sistema de protección de menores, o cumplan medidas judiciales; y la puesta en circulación de una tarjeta para mayores de 60 años, con la que conseguirán descuentos en transportes y actos culturales.

De Miguel hizo hincapié en la importancia de dejar la violencia de género al margen de polémicas políticas y anunció un pacto social para erradicarla. Están llamados a sumarse a él entidades locales, Organizaciones No Gubernamentales, centros educativos, empresas, y medios de comunicación. La consejera repitió sus críticas a la ley contra la violencia de género que prepara el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, por estar "mal hecha", y ofreció la mano a la oposición en la Comunidad Valenciana para integrarse en su propuesta de pacto social.

Las nuevos centros de acogida que se habilitarán hasta el final de la legislatura se reparten en 15 viviendas tuteladas, con plazas para 90 mujeres, y tres de corta estancia -una por provincia- para situaciones de emergencia que suman 30 plazas más.

Bienestar Social pondrá también en funcionamiento la página de Internet www.no+violencia.es, donde podrán consultarse los recursos sociales, judiciales, autonómicos y municipales a disposición de las víctimas, así como asesoramiento de profesionales.

Al referirse al convenio con Lambda, la consejera evitó pronunciarse sobre los matrimonios homosexuales anunciados por el PSOE, y dijo "respetar" las opiniones del obispo de Segorbe-Castellón que consideraba fruto del "lobby homosexual" la iniciativa.

Pena y tristeza

Sobre la crisis abierta en su partido entre los afines al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, De Miguel señaló que ya se dicen "bastantes despropósitos" al respecto, y que prefería no entrar en la polémica. La consejera sí manifestó, en cambio, que la situación le produce "tristeza y pena", en particular, las declaraciones realizadas recientemente por "algún alcalde", del que no dijo el nombre.

La titular de Bienestar dijo confiar en impulsar personalmente los proyectos que presentó, "siempre que cuente, con la confianza del jefe del Consell", para concluir con una llamada a la cohesión: "Hay que hacer esfuerzos por volver a la unidad de partido que tanta fuerza nos ha dado en estos años".