Bruselas destina 2,5 millones para limpiar Chipre de minas
Con la entrada de Chipre, la Unión Europea incorporó un conflicto fronterizo y decenas de campos de minas antipersona y antivehículos con miles de artefactos preparados para estallar. Aunque las muertes humanas ocurren muy raramente, se siguen produciendo incidentes con heridos y daños al ganado. Para hacer frente a esta situación, la UE acaba de liberar 2,5 millones de euros para quitar minas en la tierra de nadie a lo largo de los 180 kilómetros de línea de alto el fuego de la isla, con la idea de proseguir más adelante con la eliminación de la bombas enterradas a ambos lados de la frontera.
Bruselas considera imprescindible erradicar las minas para facilitar el libre movimiento de personas y bienes a través de la línea verde y para abrir nuevos puntos de paso fronterizo entre la República de Chipre y la autodenominada República Turca de Chipre del Norte. La financiación será canalizada a través de la misión de Naciones Unidas y en cooperación con la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en Chipre. Desde la invasión de la isla por Turquía, en 1974, y su partición, las minas han costado la vida a tres cascos azules y a varios civiles.
Las informaciones sobre víctimas civiles son incompletas y confusas. Un informe de la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Terrestres (ICBL) señalaba en 2003 que la más reciente víctima mortal civil grecochipriota data de 1997. Más frecuentes son las pérdidas de ganado.
Bruselas señala que hay numerosas zonas minadas y sospechosas de haberlo sido en la isla. No es extraordinario que los campos de cultivo lleguen hasta apenas un par de metros de los perímetros fijados para los campos de minas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.