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Sospechas de blanqueo

Entre las hipótesis que se barajan para interpretar las causas del increíble aumento de las remesas de la inmigración marroquí, el blanqueo del dinero generado por la droga es una de las más verosímiles. "El crecimiento de las transferencias de los marroquíes residentes en el extranjero es tanto más intrigante cuanto que se produce en un periodo en el que el negocio del tráfico de droga ha prosperado", escribe el semanario Le Journal de Casablanca.

Este corresponsal se puso en contacto con l'Office des Changes de Marruecos, el organismo que da a conocer las estadísticas sobre flujos de divisas, pero no obtuvo respuesta a sus preguntas. Le Journal tuvo más suerte porque un responsable de l'Office, cuyo nombre no desvela, le declaró que el incremento "no puede ser achacable al blanqueo de dinero, porque el monto de las remesas es el cúmulo de la transferencia de pequeñas cantidades de dinero".

"Las divisas que emanan del tráfico de droga son generalmente reinvertidas en el contrabando

[con Ceuta, Melilla y Argelia] o en cualquier otro tipo de tráfico, lo que las mantiene alejadas del circuito oficial", insistía el directivo de l'Office. En Marruecos, sin embargo, nadie pregunta cuál es el origen de los fondos que se ingresan en un banco.

El auge de las remesas coincide con la extensión de las superficies agrícolas consagradas al cáñamo índico, del que se obtiene el hachís. El Centro de Estudios Rurales y de Agricultura de Valencia y el Observatorio Francés de las Drogas elaboraron, en 2002, un estudio conjunto en el que sostenían que el cultivo del cáñamo índico aumentaba desde la destitución, en el otoño de 1999, de Driss Basri, como ministro del Interior de Mohamed VI.

En diciembre pasado la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen y la Agencia del Norte, un organismo marroquí, hicieron juntos una investigación, con la ayuda de satélites, que demostró que 134.000 hectáreas -el 27% de la superficie agrícola del Rif- se dedica al cáñamo índico, del que se producen 47.000 toneladas brutas que corresponden a 3.080 toneladas de hachís.

La venta del cáñamo índico genera para los campesinos rifeños una renta global de 214 millones de dólares, equivalente al 1,78% del valor comercial del hachís obtenido, que se eleva a 12.000 millones de dólares, cantidad que revierten a los traficantes de droga marroquíes. Queda ahora por ver si éstos recolocan en Marruecos parte del dinero ganado en Europa haciéndolo pasar por remesas de inmigrantes.

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