Recetas contra la deslocalización
Acuerdos temporales de paz social, exigencia de devolución de ayudas a las industrias que emigren e inversiones en I+D son las fórmulas con las que se intenta frenar la fuga de empresas
Los Gobiernos y las fuerzas sociales están ensayando fórmulas para frenar la deslocalización de empresas, cuyo coste en empleos y en riqueza produce alarma social y económica. El sector del automóvil, el más afectado por la deslocalización en Europa., que en el caso de España concentra el 20% de la producción industrial y el 10% de la población activa, ha salvado por el momento la situación. Los últimos convenios colectivos aseguran a los fabricantes un marco de paz social y flexibilidad laboral. El lado negativo es que, en algunos casos, los acuerdos,que paran el reloj de la deslocalización al menos durante cuatro años. rozan el cuadro de derechos del Estatuto de los Trabajadores.
En Francia y Alemania lo tienen peor en este sector, en especial en este último país, donde los fabricantes exigen más horas de trabajo y menor salario a sus empleados para no deslocalizar la producción.
La deslocalización afecta a otras industrias y regiones. En España, Cataluña se lleva la palma Samsung, Lear, Valeo, Philips, Panasonic..., que se instalaron al calor de las subvenciones, han cerrado sus fábricas. El Ejecutivo catalán ha seguido el ejemplo europeo y va a obligar a devolver las ayudas a las compañías que se deslocalicen y ha aprobado importantes partidas para fomentar el I+D y cambios en el modelo productivo.
