Ataques contra intereses turísticos desde hace 25 años
La organización terrorista ETA ha atentado contra el sector turístico, uno de los más importantes de la economía española, desde hace veinticinco años, en concreto desde el 29 de junio de 1979, cuando hizo explotar dos artefactos en Benidorm (Alicante). Desde esa fecha, la organización terrorista ha realizado diversas campañas de verano contra centros hosteleros y otros intereses situados en el Mediterráneo, la más intensa en 1996.
El último atentado cometido por ETA contra intereses turísticos, antes de los perpetrados ayer en San Vicente de la Barquera (Cantabria) y Ribadesella (Asturias), tuvo lugar el 27 de julio de 2003, cuando colocó un coche bomba en el aparcamiento del aeropuerto cántabro de Parayas. La explosión causó importantes daños materiales.
Seis personas han muerto (tres en 1991, una en 2001 y dos en 2002) y un número elevado de ciudadanos ha sufrido heridas de diversa consideración en estas acciones, que en la mayor parte de los casos han sido precedidas por llamadas de advertencia de los terroristas y han provocado exclusivamente daños materiales.
Dos muertos en Santa Pola
El último atentado mortal de ETA en un enclave turístico fue con coche bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola (Alicante). Murieron un hombre y una niña de seis años, hija de un agente, el 4 de agosto de 2002. El 21 de junio anterior, y coincidiendo con la cumbre de la UE en Sevilla, ETA había hecho estallar sendos coches bomba frente a hoteles de Fuengirola y Marbella (Málaga).
ETA ha atentado en Cantabria 27 veces. La más grave fue el 19 de febrero de 1992, cuando un coche bomba explosionado al paso de un coche de policía mató a tres personas e hirió a otras 21. En Asturias, ETA no había atentado desde el 21 de julio de 1997, cuando lanzó varias granadas contra la sede del Cuerpo Nacional de Policía en Oviedo.
Las primeras víctimas de ETA en atentados contra intereses turísticos fueron tres personas, el 16 de septiembre de 1991, por la explosión de un coche bomba en Muchamiel, Alicante. Más de 30 personas resultaron heridas, entre ellas una niña de un mes. Diez años después, el 17 de marzo de 2001, el mosso d'esquadra Santos Santamaría Avedaño murió y tres compañeros suyos resultaron heridos leves al explotar un coche bomba en Roses (Girona).
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