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Maragall emplaza a Andalucía a que exija un trato específico en la Constitución

El presidente catalán defiende un sistema similar al británico, con distintos grados de autonomía

Carmen Morán Breña

"Es básico que Andalucía entienda lo que nos jugamos todos". Lo dijo ayer en los cursos de verano de la Universidad Complutense el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, quien emplazó a la comunidad andaluza a sumarse a su propuesta de exigir un trato específico en la futura reforma de la Constitución, que debe recoger la singularidad de las nacionalidades históricas. "Si se niega, estaría negando la realidad y la historia", agregó el presidente catalán y del Partit dels Socialistes (PSC). Por esa razón, Maragall pidió "valentía" para emprender ese camino.

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"Los socialistas catalanes no aplaudirán una Constitución que no denomine correctamente a las autonomías o que no convierta al Senado en la Cámara en que esas autonomías se reúnen", subrayó. Maragall, como el miércoles el lehendakari, ofreció ayer una conferencia en la que expuso sus reivindicaciones sobre las futuras reformas estatutaria y constitucional. Descargó el peso del buen devenir de estos acontecimientos en la postura que tome la comunidad andaluza, un territorio, dijo, "que tiene razones para postular un tratamiento diferenciado entre las comunidades autónomas porque posee una cultura robusta y singular y porque, además, entró en la autonomía por la vía rápida del artículo 151 de la Constitución". Pero no las tendrá, subrayó, para postularse como nacionalidad "a no ser a través de un cambio constitucional importante".

Un traje a medida

Maragall defendió un sistema similar al británico, con distintos modelos de autonomía. En el proceso en que está inmersa España, "el traje a medida que estamos haciendo depende crucialmente de lo que haga o diga Andalucía. O busca y obtiene un reconocimiento singular, a la británica, o se conforma con una actitud de rechazo a todo eso y se postula como garante de una cohesión basada en la negación de pretendidos privilegios". Maragall entiende que, de optar por esto último, Andalucía se convertiría en el "portavoz del rechazo de todos" al reconocimiento de las nacionalidades. Y eso, afirmó, "sería un error dramático".

El Gobierno catalán que Maragall preside considera que nombrar a las autonomías en la Constitución cuando ésta se reforme es obligado, pero no denominarlas con precisión sería decepcionante. "Cataluña no lo vería con buenos ojos. Habríamos perdido más que ganado. Y ya se sabe que los catalanes en cuestión de ganancias somos muy mirados", bromeó.

Él, por su parte, preferiría que se reformara antes la Constitución que los Estatutos, pero advirtió que es mucho pedir al Parlamento catalán y a los catalanes "que renuncien a decir nada que obligue a una reforma de la Constitución". "Quizá baste con incluir en la Constitución los Estatutos para evitar que estos tengan que someterse a quórums exorbitantes", agregó.

Este proceso de reformas , a juicio del presidente catalán, no será fácil tampoco para el PSOE: "Esto va a ser movidillo", avisó. Aunque mostró su confianza en la postura de Zapatero al respecto. "Él ha hablado de la pluralidad de España y del necesario reconocimiento de las regiones, nacionalidades o naciones. Y es un presidente cumplidor, algo a lo que no estábamos acostumbrados", subrayó .

Pasqual Maragall deseó que "cambie la singladura" del proyecto vasco tras las elecciones de abril y subrayó que Cataluña no pasa de España pero que no está dispuesta a "contribuir fiscalmente al pago de los servicios públicos de regiones con renta per cápita superior a la media española". Y aquí volvió a trazar similitudes con los potenciales aliados andaluces: las comunidades deben pagar por renta y recibir por población.

Pasqual Maragall, en los cursos de verano de El Escorial.
Pasqual Maragall, en los cursos de verano de El Escorial.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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