Chaves responde que las reformas deben excluir cualquier "privilegio"

El Gobierno andaluz, presidido por el socialista Manuel Chaves, enmarcó las declaraciones de Pasqual Maragall en el deseo de éste de incorporar a Andalucía al club de nacionalidades históricas. Chaves, a través de un comunicado, destacó que "las futuras reformas estatutarias y constitucionales deben tener en cuenta el respeto y reconocimiento de la singularidad y de los hechos diferenciales" de las comunidades, "pero haciéndolas siempre compatibles con criterios de igualdad y no discriminación y rechazando en todo caso cualquier tipo de privilegio".

Chaves subraya "la legitimidad indiscutible" de Andalucía para tener "un papel protagonista" en el proceso de las reformas estatutarias, y que esta legitimidad viene por "la singularidad no sólo histórica y cultural de Andalucía, sino también por su singularidad política", ya que fue la única autonomía "que conquistó en referéndum el derecho a contar con un Estatuto propio".

Sobre la mención de las comunidades en la Constitución, Chaves asegura que "en esa mención, las comunidades autónomas deben sentirse igualmente cómodas y aceptadas por todas y no verse discriminadas".

Fuentes de la Junta señalaron que Maragall pretende que Cataluña, País Vasco, Galicia y Navarra sean calificadas como "nación" en la reforma constitucional, a lo que se opone Chaves. Para vencer la resistencia de Chaves, dicen estas fuentes, Maragall lanzó ayer la idea de que Andalucía, "por su singularidad cultural", sea considerada nacionalidad histórica. De esa forma, "Chaves se desvincularía del resto de comunidades y no las lideraría frente a las pretensiones de Cataluña". Estas fuentes rechazaron que las palabras de Maragall hayan producido "malestar" en la Junta. Al contrario, reconocen el aspecto "laudatorio" del presidente catalán, pero creen que no debe ser éste quien marque el paso que deban dar los andaluces.