Ibarretxe pide a Zapatero "valentía política" para dialogar sobre su plan soberanista

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, pidió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "valentía política" para alcanzar un acuerdo sobre el Estatuto vasco, porque no basta, dijo, con "talante" y "sonrisas". Ibarretxe se mostró también dispuesto a tener "valentía" para afrontar un diálogo político que conduzca a la "convivencia". El siglo XXI, dijo el lehendakari, es el de "la libre adhesión, no el de la imposición" y "no se puede aplicar unilateralmente ni la unidad de España ni la independencia de Euskadi".

El jefe del Gobierno vasco insistió en que será la voluntad de los vascos la que decida el camino y advirtió de que "no se pueden poner puertas al campo".

Sin embargo, el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Alfonso Perales, dijo ayer que el plan Ibarretxe es "un camino cerrado y un callejón sin salida", y animó al lehendakari a que abandone dicho proyecto porque plantea "cosas inasumibles por los propios vascos". Desde las filas populares, el secretario general del PP en el País Vasco, Carmelo Barrio, dijo que el PNV "chantajea" al PSOE al afirmar que, si frena el proyecto del lehendakari en el Congreso, los nacionalistas pueden parar iniciativas en el Senado.

El lehendakari está estos días estrenando escenarios en los que se prescindió de su presencia años atrás. Visitó recientemente La Moncloa, donde fue recibido con cortesía, y ayer agradeció calurosamente la acogida que le dispensaron en los cursos de verano de la Universidad Complutense, donde pudo explicar su plan soberanista a los alumnos, que colmaron la sala y le aplaudieron con amabilidad al finalizar su conferencia.

Como antes en La Moncloa, Ibarretxe se refirió de nuevo al Estatuto y pidió a Zapatero "valentía política" para lograr un acuerdo en el que basar la convivencia. "A una persona con responsabilidad política se le puede pedir que hable claro. Eso mismo nos han pedido a nosotros durante años y cuando pusimos blanco sobre negro nuestras peticiones se nos ha pretendido impedir a pesar de que se trata de la voluntad del Parlamento vasco", lamentó. "Si los vascos queremos más autogobierno no es para chillar en Madrid ni ante el Gobierno español sino para vivir mejor", añadió.

Ibarretxe se mostró "optimista" con el futuro, pero dejó claro que para llegar a una solución "de convivencia" no basta con "sonrisas" ni "talante", aunque agradeció las nuevas formas del Gobierno actual, que también son, dijo, "parte del fondo". El lehendakari se mostró seguro de llegar a un acuerdo pero advirtió de que los "territorios" a los que representa sólo formarán parte de un proyecto común si así lo deciden soberanamente. "No hemos perdido la cabeza, los vascos no somos unos locos independentistas que no queremos saber nada de España ni del mundo", afirmó, "pero nunca formaremos parte de un proyecto que niegue nuestra personalidad. No hay solución si no se respeta la voluntad de la sociedad vasca".

El lehendakari hizo descansar el éxito de su plan y su aplicación futura en la "voluntad del pueblo vasco", algo que se cuestiona desde el Gobierno de Zapatero al recordar que el camino que se abra desde el Parlamento vasco puede cerrarse en el Congreso de los Diputados. "Yo creo que las adhesiones han de ser pactadas, nadie convive con otros a la fuerza, ni siquiera los hijos cuando no comparten el proyecto de los padres", puso como ejemplo Ibarretxe.

El jefe del Gobierno vasco indicó que su propuesta soberanista "acabará votándose en el País Vasco porque es abierta; todo el que ha querido la ha enmendado y ha hecho sus aportaciones. Será la sociedad vasca la que tome decisiones y las ratifique". ¿Quiénes tomarán esas decisiones? "Todos los vascos". ¿Condiciones? "Una, fundamental, que esa ratificación se produzca en ausencia de violencia".