'Y' vasca

Una estrategia muy utilizada en diferentes ámbitos es la dilatoria, por la cual: temas, compromisos y decisiones quedan perdidas en el tiempo, eso si acompañadas de búsquedas de coherencias, sentidos comunes e incluso reediciones de debates hasta la madrugada.

Digo esto porque el proyecto de Y vasca, hoy algunos le comienzan a denominar "Y ferroviaria", ¿Dónde estaban cuando se iniciaron los debates, allá por 1986, como para olvidar su denominación?, ha sido una infraestructura que ha recorrido un largo camino de análisis y discusión, quizás el mas completo y participativo de todos. Los estudios sociológicos expresan claramente el interés, la importancia y el conocimiento que de ella tiene la ciudadanía vasca, algo que demuestra su grado de socialización, por no hablar del pronunciamiento de las instituciones y representación del mundo de la universidad, economía, cultural, sindical etc.

Llevamos retraso, mucho retraso. No sólo hay que actualizarse, sino que hay que hacerlo a tiempo

Los estudios sociológicos expresan claramente el interés, la importancia y el conocimiento que de ella tiene la ciudadanía

¿Estamos por tanto ante una nueva estrategia de dilación en base a supuestas recuperaciones de coherencias y debates?

Hoy estamos ante una ineludible situación y, es la de ejcución de obra y, esto solo se puede producir por la puesta en ejercicio de la voluntad política de la/s administración/es con competencia y responsabilidad.

En diciembre de 1998, se llevaron a cabo unas jornadas sobre la Y en Vitoria-Gasteiz, con la participación de la sociedad vasca: catedráticos de universidad, especialistas en la materia, asociaciones, colectivos profesionales, sindicatos, colectivos medioambientales, etc. En ese mismo año se aprueban inicialmente el proyecto de trazado y el estudio medioambiental de la solución ferroviaria, que tras un largo periodo de exposición pública, se resuelve a principios del año 2.001, con la aprobación definitiva de la Y, por parte del GOVA y, la DIA por parte del Ministerio de Medio Ambiente (declaración del impacto ambiental), concluyendo un largo proceso de consultas y debates, quedando todo a disposición de la voluntad política de los gobiernos respectivos, para el inicio de las obras.

Finalizaba, eso creímos todos, un largo camino que comenzó en 1986, cuando las instituciones publicas y privadas de este País exigieron una nueva conectividad ferroviaria entre capitales; que siguió con la inclusión de la Y en el enlace Vitoria-Dax de Redes Transeuropeas (proyecto nº 3) del Tratado de Essen en 1992 (firmado por los Jefes de Estado de la UE); que hizo se pronunciara el Parlamento ese mismo año, declarando la Y como infraestructura estratégica, su necesidad de construcción inmediata e instando al GOVA a utilizar el sistema de cupo, recogido en la Ley del Concierto y, todo esto por unanimidad. Por tanto lo único que faltaba, a partir de febrero del 2001, era el comienzo de las obras, que todavía esperaron hasta el 2004 tras un periodo de "desidia" (así lo definió la editorial del ABC del día de autos) , cuando se publicó el concurso de las mismas. Pero ¿ realmente finalizaba? ¿Por qué se vuelve a paralizar todo? ¿Cuál es en realidad el motivo del desestimiento? Porque cabe la paralización en busca de un "superior análisis" que de "coherencia" al proceso, pero lógicamente para luego retomarlo, porque sino desistir es abandonar, es tomar la decisión política de dejar aparcado, ¿otra vez el proyecto de la Y?

Por eso causa tanta incertidumbre en la sociedad, el que se siga insistiendo en la necesidad de seguir discutiendo hasta la eternidad de lo mismo.

Repito, estamos en tiempos de ejecución de obra y, con Madrid o sin Madrid, siempre de conformidad, el Gobierno Vasco asumirá la responsabilidad de garantizar el futuro de nuestra sociedad, manteniendo la competitividad de su territorio, que pasa en términos de comunicación en tener al día sus infraestructuras y, la de mayor trascendencia que es la Y.

Euskadi necesita seguir manteniendo el valor estratégico de su territorio, desde el punto de vista de las comunicaciones continentales y, lo debe hacer desde la sostenibilidad, porque la situación de flujos de travesía (los europeos) es insostenible con unos indices de incremento de vehículos que nos lleva en el 2010 al colapso en Irun y, a la imposibilidad del cumplimiento de los objetivos de Kioto desde el transporte.

No solo debemos buscar la cohesión territorial interna, sino también con Europa a la que pertenecemos y, además desde la sostenibilidad.

Estar bien comunicado supone "localizar el territorio" de la CAV, con todo lo que ello supone cara al futuro. Un territorio "deslocalizado" quedará condenado a la marginación geográfica, desde el punto de vista de la economía.

Sin embargo, en los estudios llevados a cabo sobre el sistema logístico vasco, instrumento para la gestión del transporte, nos encontramos con una potencialidad generadora de actividad económica, que se evalúa en la creación de 25.000 puestos de trabajo.

No a la deslocalización de nuestro territorio, si al desarrollo de nuestra "riqueza territorial" como generadora de actividad económica en base al transporte sostenible en el nuevo contexto europeo, nos lleva a apostar por la regeneración de nuestras infraestructuras, especialmente las ferroviarias como la Y vasca.

Pero la dilación tiene que ver con el tiempo. Efectivamente hay otro aspecto que nuevamente recobra actualidad, es el factor tiempo. No sólo hay que actualizarse sino que hay que hacerlo a tiempo. Llevamos retraso, mucho retraso. No quiero pensar en voluntades políticas de no hacerlo o, de desidias o perezas para iniciar el proceso constructivo. Es hora de ejecución de obra y de acuerdos para ello. El GOVA se esfuerza en ello, denuncia los tiempos, tiempos en los que cada administración deberá asumir su responsabilidad.

El Departamento de Transporte tiene preparado toda una estructura de seguimiento a través de Comisiones intersectoriales para la gestión de este proyecto tan importante. Se crearán las Comisiones de: gestión de suelos agro-forestales sobre una superficie equivalente a la de todo el territorio de Guipúzkua (funciona desde el 2000); gestión de tierras de excavación para el cultivo, canteras y cementeras; implantación paisajística de la infraestructura, especialmente viaductos y obra en superficie; impactos y medidas correctoras; patrimonio cultural. Todo ello quedo acordado en 1999 entre los diferentes departamentos afectados del gobierno vasco, con el fin de garantizar una ejecución ejemplar de la Y vasca.

Espero que a estas comisiones se incorporen personalidades y colectivos profesionales, culturales y de la sostenibilidad, con el fin de hacer más participativo todo este gran proceso, que marcará un nuevo hito en la historia de Euskadi.

Hoy es tiempo de ejecución. Empecemos de una vez entre todos. El gobierno vasco lo hará en este mismo año e invita a la participación.

Álvaro Amann es consejero de Transportes y Obras Públicas del Gobierno vasco.