El convergente Cullell pide el 'sí' para la Constitución europea

A la dirección de Convergència Democràtica (CDC) le ha salido una activa disidencia en el asunto del referéndum sobre la Constitución europea. Si el pasado 14 de julio era Miquel Roca, ex secretario general de CDC, quien rompía el voto de silencio impuesto por su sucesor Artur Mas a la comunidad convergente, ayer le tocó el turno a Josep Maria Cullell, ex consejero de Economía y Finanzas. En un artículo, el veterano militante nacionalista aseguraba: "Voy a votar sí porque mi familia, que perdió la Guerra Civil, hubiera votado sí y Franco hubiera votado no".

Las olas movidas por los históricos dirigentes de CDC están logrando agudizar el mareo dela dirección de la formación nacionalista. La cúpula convergente, no obstante, ya había notado los primeros síntomas el fin de semana del 10 y el 11 de julio, con el 13º congreso de CDC. Con motivo del evento, la dirección, ante el embate de los militantes, se vio obligada a convocar un cónclave extraordinario con el no a la Constitución europea de partida si ésta no da rango de lengua oficial al catalán.

Artur Mas pidió silencio a sus huestes. Pero mientras el congreso extraordinario sigue en el horizonte, en el casillero del partido que libran los del sí contra los del no hay un empate a dos. El presidente del grupo municipal de CiU en Barcelona, Xavier Trias, y luego el portavoz parlamentario de CDC, Felip Puig, se pronunciaron a favor del no. Por el otro lado, Roca y ayer Cullell, en un articulo publicado en La Vanguardia, se mostraron favorables al sí.

El ex consejero de Economía desgrana en el texto Yo votaré sí sus razones. "¿Qué sentido tiene ahora, por graves que sean las dejaciones, cambiar de acera y pasarse a votar no, junto con los partidarios de Le Pen, los neofascistas italianos y la extrema izquierda extraparlamentaria europea?", se pregunta Cullell.

"Con el no (...) nos autoinflingimos la pena de aparecer ante la opinión pública europea como algo exótico o como un supuesto territorio de reserva", agregaba. "Votaré sí a la Constitución porque es una de las formas de romper o paliar el actual modelo", sentencia. El ex consejero de CDC abunda en argumentos de política internacional y recuerda que sin una Europa fuerte, "Estados Unidos actúa sin ninguna cortapisa". Y porque, a juicio de Cullell, con la Carta Magna europea un "nuevo modelo multilateral en las relaciones internacionales parece más viable y factible".

El ex consejero de Economía dará su voto afirmativo, asegura, "porque Josep Trueta, Ramon Trias, Josep Pallach, Miquel Coll Alentorn, Joan Raventós, Ernest Lluch y Josep Tarradellas me convencieron de nuestra vocación europea como pueblo".

Cullell niega después el paralelismo entre la situación en el País Vasco y en Cataluña. "Entiendo que dadas las circunstancias en las que vive el País Vasco, un partido de raíz democristiana como el PNV pueda sentirse tentado de quebrar la línea de su histórica vocación europea. Pero, en cualquier caso, se trata de una excepcionalidad fruto del terror. No hay ningún paralelismo en Cataluña que justificase una actitud similar", agrega.

Cullell despide su artículo con el argumento "muy personal", que ya utilizó para defender el sí a la Constitución española, de que su familia, "que perdió la Guerra Civil, hubiera votado sí y Franco hubiera votado no".

Al igual que sucedió con el caso de Roca, la dirección de CDC quiso restar importancia al punto de vista de Cullell. En declaraciones a Catalunya Ràdio, la convergente Dolors Batalla, vicesecretaria de acción política, dijo que existen distintas sensibilidades generacionales en Convergència.

Por el momento, la dirección de CDC tiene la difícil papeleta de tener que compaginar un no mayoritario entre su militancia con el reto de querer seguir siendo el pal de paller, de ocupar la codiciada centralidad política en Cataluña.