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Optimismo de los negociadores de cara a la próxima reunión

Los protagonistas del acuerdo para reactivar la Ronda de Doha, alcanzado ayer en Ginebra tras arduas negociaciones entre 147 países, coincidieron en calificarlo de "histórico" pese a la complicada tarea que queda por delante. El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, se felicitó de que se haya vuelto a "encarrilar" el ciclo de negociaciones después del fracaso de Cancún del pasado septiembre.

Lamy afirmó que el acuerdo "es bueno para la Unión Europea, pero también para los países en desarrollo". Destacó entre otros logros el que se haya fijado la fecha de mayo de 2005 "para una nueva ronda de negociaciones sobre el comercio del sector servicios".

La ronda reportará también beneficios a los países en desarrollo gracias a la oportunidad que se les brinda de "proteger sus productos sensibles", algo que interesará especialmente, dijo, a países como India o Indonesia. El acuerdo es "una prueba de que el sistema multilateral de comercio está vivo y coleando después de un periodo de dudas", aseguró el comisario europeo, que lo había dado por moribundo a raíz de lo ocurrido en Cancún. Sobre la posibilidad de que la reunión ministerial de diciembre de 2005 en Hong Kong sea la última de la ronda, Lamy dijo no descartarlo, aunque para ello deberá mantenerse la "aceleración" que se le ha aplicado estos días.

Por su parte, el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Zoellick, consideró que "en Ginebra se ha fijado la hoja de ruta" para el camino que habrá que seguir adelante. Recordó que ahora se tendrán que negociar la velocidad y profundidad del proceso de reducción de las barreras al comercio.

Más oportunidades

El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Supachai Panitchpakdi, habló modestamente de un "pequeño triunfo" que se convertirá en un "gran triunfo" el día en que se complete la ronda. Supachai citó entre los logros el compromiso por parte de los países ricos de eliminar sus subsidios o créditos a las exportaciones agrícolas, así como a reducir sustancialmente sus apoyos internos al sector.

Aseguró que el acuerdo traería más oportunidades comerciales para los países pobres, lo que generaría más puestos de trabajo e inversiones, y expresó su confianza en que la fecha para la próxima reunión ministerial de la OMC, fijada para diciembre de 2005, animará a todos los miembros a acelerar a partir de ahora las negociaciones.

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