Zapatero ya conoce las necesidades de las 17 comunidades
El presidente del Ejecutivo ha recibido en poco más de cien días a todos los jefes de los Gobiernos autónomos
"Me entrevistaré con todos los presidentes autonómicos antes del verano, como primera manifestación de una iniciativa que quiero mantener, al menos, una vez al año". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha cumplido con su propósito anunciado en su discurso de investidura. En menos de dos meses, desde que el 6 de mayo se entrevistó con el presidente socialista extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se ha reunido en el palacio de la Moncloa con los 17 dirigentes de las comunidades en entrevistas que rondaron las dos horas de media.
El lehendakari, Juan José Ibarretxe (PNV), celebraba su primera reunión con un presidente del Ejecutivo central "tras un paréntesis veraniego de tres años", aludiendo así con ironía a la falta de diálogo autonómico que muchos achacaban al último Gobierno de José María Aznar. Los dirigentes autonómicos aprovecharon la oportunidad para enunciar en La Moncloa sus peticiones y objetivos para la legislatura en curso. En reuniones que calificaron con adjetivos como "excelente", "extraordinariamente cordial" o "gratísima", el tema principal de las conversaciones giró sobre los presupuestos que manejan las comunidades autónomas y las inversiones estatales en ellas.
Todos los presidentes regionales reclamaron mejoras en sus presupuestos
Los líderes autonómicos obtuvieron acuerdos concretos sobre infraestructuras
Muchas propuestas fueron acogidas para su estudio, como la pretensión del presidente de Navarra, Miguel Sanz, de que se derogue la disposición adicional cuarta de la Constitución que prevé la incorporación de la región al País Vasco si así lo deciden los navarros. Otras, en cambio, obtuvieron el apoyo inmediato del presidente del Ejecutivo. Lo que sigue resume las principales necesidades planteadas por los presidentes autonómicos a Rodríguez Zapatero.
- Financiación autonómica. Siempre espinoso el asunto del dinero que el Estado transfiere a las comunidades para que puedan llevar a cabo sus tareas, los presidentes autonómicos se esforzaron en convencer a Zapatero de que los presupuestos que manejan son insuficientes. Desde la mejora del Cupo vasco y el pago de los gastos de limpieza tras la catástrofe del Prestige que le pidió Ibarretxe, a la consideración de los emigrantes (a los que la Xunta también proporciona servicios), en el cálculo de la población de Galicia que solicitó Manuel Fraga (PP), las quejas reflejan problemas particulares.
El presidente de La Rioja, Pedro Sanz (PP), solicitó 17,5 millones que compensen a su comunidad por el efecto frontera que considera que sufre por el régimen fiscal especial que disfrutan sus vecinos vascos y navarros. El dirigente socialista de Aragón, Marcelino Iglesias, reclamó 340 millones que, estima, debe el Estado a su región por las reformas legislativas sobre los impuestos cedidos que aprobó el anterior Gobierno. Fraga explicó a Zapatero su deseo de que las comunidades tengan una participación "real" en la Agencia Tributaria "proporcional a los tributos que recaudan".
- El déficit sanitario. Los presidentes autonómicos se lamentan especialmente del enorme déficit de los servicios sanitarios que gestionan, competencia que se lleva la parte del león de sus presupuestos, juzgada insuficiente por todos ellos. El presidente canario, Adán Martín (CC), y el murciano, Ramón Luis Valcárcel (PP), hicieron hincapié en este asunto. Iglesias reclamó 29 millones de deuda farmacéutica y el dirigente asturiano Vicente Álvarez Areces (PSOE) reclamó más dinero para el Hospital Central de Asturias. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (PP), solicitó a Zapatero un Pacto Nacional por la Sanidad.
- 'Propuestas útiles'. Con el modelo de financiación autonómica actual en crisis y el consenso que pudo constatar Zapatero sobre la necesidad de su reforma, no faltaron las propuestas sobre la nueva concepción de los presupuestos regionales, que el presidente calificó de "útiles y constructivas".
Ibarra y Sanz recalcaron que el nuevo sistema no debe ser "discriminatorio"; el presidente canario pidió que se atendiera a la posición alejada del archipiélago; Matas también pidió que la insularidad de su comunidad fuera tenida en cuenta a la hora de ajustar la nueva financiación; e Iglesias dejó claro que se han de tener en cuenta "las necesidades especiales de la España interior; que no se tenga en cuenta sólo el número de habitantes sino también la superficie, la dispersión de la población y su envejecimiento".
El presidente de Baleares, Jaume Matas (PP), advirtió al Gobierno de que el proceso de cambio constitucional se debe hacer con cuidado porque "se puede ir de las manos".
- Acuerdos concretos. Si el ambiente en que se desarrollaron las reuniones fue bueno, según dijeron los presidentes al salir de La Moncloa, todos resultaban especialmente contentos cuando conseguían el sí de Zapatero para impulsar la construcción de infraestructuras, promover las reformas que le propusieron o adoptar políticas comunes. Francisco Camps (PP), presidente de la Comunidad Valenciana, constató el "apoyo total" de Zapatero para la organización de la Copa del América de vela que se celebrará en aguas de la capital de su región en 2007.
El pasado día 21, Pasqual Maragall (PSC) anunció tras su entrevista que el primero de los traslados de órganos estatales prometidos por el Gobierno será a la comunidad catalana que preside: la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones mudará sus oficinas a Barcelona. Zapatero también aprovechó la visita de Maragall para publicar su intención de que los presidentes autonómicos puedan acompañarle en los viajes internacionales que realice en cuyos objetivos puedan estar interesados.
Ibarra estaba exultante al explicar a los periodistas el acuerdo sobre el Plan Especial de Empleo para Extremadura al que acababa de llegar con el presidente del Gobierno. Aún sin presupuesto concreto, el plan va a suponer, según el dirigente autonómico, "el despegue para la región; como los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 o la Expo de Sevilla". Aguirre salió de la sede del Ejecutivo con el anuncio del presidente de que la operación urbanística de Campamento (al sur de la capital: 15.000 viviendas a construir sobre terrenos desafectados por Defensa) va a comenzar en breve.
- Infraestructuras. Para aclarar las dudas sobre la realización de las inversiones previstas en el Plan Galicia (12.500 millones en diez años), "los malentendidos", como los calificó el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, Zapatero garantizó a Fraga que el ambicioso proyecto sigue adelante "e incluso podría mejorarse". En Asturias también se calmó la inquietud sobre la continuación de la construcción de la variante ferroviaria de Pajares que permitirá la llegada del AVE a la región desde la Meseta cuando el presidente así se lo confirmó a Álvarez Areces el día 4 de junio.
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda (PSOE), salió de La Moncloa con la seguridad de que el trasvase Tajo-Segura no se ampliará. Y en Cantabria, todo fueron parabienes cuando Zapatero apoyó la conversión de la antigua universidad de Comillas en un centro internacional de enseñanza del castellano con una inversión prevista de 120 millones.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP), aplaudió la intención del presidente de renovar el Plan de la Minería. También le anunció Zapatero que negociará en la UE por el mantenimiento transitorio de las subvenciones que perderá esta comunidad cuando deje la categoría de región desfavorecida económicamente (Objetivo 1 en la jerga eurocomunitaria) en 2007.
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