Helicóptero turístico
Cada vez me indigna más el vuelo que realiza cada día, y varias veces, sobre la ciudad de Barcelona un nuevo helicóptero turístico. Debo soportar, y lo hago porque cumplen una tarea de servicio público, el ruido del rotor de helicópteros de la Guardia Urbana, del Cuerpo Nacional de Policía y de otros cuerpos policiales, además del helicóptero del RACC y el de los bomberos, pero lo de este nuevo invento para sacar dinero a los turistas que hacen fotografías de la Sagrada Familia me parece una tomadura de pelo al resto de ciudadanos. Si el Ayuntamiento quiere de verdad acabar con el ruido, que lo haga en serio, pero machacar a los que tocan los bongos en los parques y tolerar que cuatro se hagan ricos a costa de molestar a toda una ciudad es muy fuerte.
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