Portugal pide ayuda a la UE para combatir los incendios

Portugal solicitó ayer ayuda a la Unión Europea para combatir una ola de incendios que asuela todo el territorio desde hace varios días. Centenares de fuegos han desbordado a los bomberos portugueses y el país solicitó a Bruselas accionar el plan europeo de emergencia de protección civil. Dos aviones griegos y otro italiano llegaron ayer a Portugal para ayudar a controlar las llamas que castigan especialmente el sur del país, donde las temperaturas suben hasta los 44 grados desde el pasado fin de semana.

Docenas de casas han sido destruidas por los incendios en los últimos días, mientras varios pueblos y algunas playas han sido evacuados. La autopista que une Lisboa y Oporto estuvo también cortada el domingo durante dos horas debido a un incendio y más de 700 hectáreas del parque natural de Arrábida (al sur de Lisboa) fueron calcinadas. Más de 1.000 bomberos combatían ayer incendios por todo el país.

Un año después de una ola de incendios catastrófica que quemó más de 420.000 hectáreas (un 5% del territorio), mató a 20 personas y destruyó centenares de viviendas, Portugal vuelve a revivir escenas dramáticas con los incendios. Según datos del ministerio de Interior, en lo que va del año el fuego ha consumido unas 5.000 hectáreas más que en el mismo período de 2003 (cerca de 22.000 hectáreas en 2003 y 27.000 en 2004).

Impotencia

La impotencia de los bomberos ante innumerables fuegos simultáneos fue bien visible en los últimos días, tal como ocurrió el año pasado. Y como en 2003, el Gobierno luso vuelve a culpar la ola de calor y la mano criminal que parece estar en el origen de muchos fuegos. Las autoridades portuguesas aseguran que los medios de combate a los incendios son suficientes, aunque sea imposible dar respuesta cuando las circunstancias son tan excepcionales.

Las asociaciones ecologistas y muchos responsables políticos locales denuncian, sin embargo, los pocos medios disponibles y, principalmente, su mala gestión. Algunos de los peores incendios de los últimos días tuvieron lugar en Algarve, una región que el Gobierno consideró tener poco riesgo de sufrir grandes fuegos. El resultado es que no existían medios aéreos en la zona para controlar las llamas. Los aviones tardaron también en llegar a Arrábida, cuando los bomberos no pueden acceder con sus vehículos a gran parte del Parque Natural.

La asociación Quercus denunció además que el Gobierno creó hace meses la Agencia de Prevención de Incendios que debería ahora ocuparse de la gestión de medios con base en la elaboración diaria de un índice de riesgo para cada zona del país. El organismo no está en marcha porque, según Quercus, el Ejecutivo de Lisboa se limitó a nombrar un director y nada más.