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La oposición cree que la deuda del Consell hace irrealizable su plan de inversiones

María Fabra

El portavoz adjunto del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, Antoni Such, dijo ayer que el Plan de Inversiones para el período 2005-2007 del Consell es una "broma de mal gusto" y una "acción a la desesperada ante su ineficacia e incapacidad para proponer proyectos ilusionantes". Such apuntó que la cifra de inversiones prevista en dicho plan, "es prácticamente igual" que el importe de la deuda de la Generalitat, que asciende a más de 10.000 millones de euros, "por lo que nos plantea serias dudas sobre las posibilidades de que pueda salir adelante". Such criticó algunas propuestas del PP como el plan para la creación de 80 nuevos juzgados, que calificó de "falacia", así como los 1.000 millones que se proponen en materia de sanidad, "cifra que debe la Generalitat a los proveedores, que amenazan con no seguir suministrando material". Respecto a la industria, Such denunció que, a pesar de la crisis que viven los sectores valencianos, sólo se plantean 400 millones de euros.

Por su lado, el consejero Gerardo Camps especificó ayer que el 42,83% de los 9.482 millones de inversión del plan irán para la provincia de Valencia, el 39,17% a la de Alicante, y el 18% por ciento a la de Castellón.

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