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Sanidad anula el límite para la fecundación 'in vitro' impuesto por el PP

Un real decreto permite a las clínicas generar más de tres óvulos en cada tratamiento

El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto en el que se establecen las "excepciones" a la limitación de inseminar tres óvulos en cada ciclo de fecundación in vitro. Esta norma supone la práctica eliminación de esta restricción, que fue introducida el año pasado por el anterior Gobierno del PP. El máximo de tres óvulos fecundados por ciclo obligaba a la mujer "a sufrir de nuevo el doloroso proceso de estimulación ovárica si el proceso no da resultado", indica la norma.

"Con la lista de excepciones del decreto se eliminan prácticamente el 90% de las restricciones", coincidió ayer Alberto Romeu, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad y miembro de la comisión de expertos que asesora al Gobierno en la materia. "El objetivo de los médicos es hacer siempre lo mejor para sus pacientes, y con la limitación [de fecundar sólo tres óvulos] no se podía", añadió.

La lista de excepciones incluye cinco causas cuando la esterilidad es de causa masculina, como problemas para secretar o eyacular el esperma, la mala calidad de éste y "otras patologías seminales". En las causas de esterilidad femenina se incluyen enfermedades del aparato reproductor, "esterilidad de origen desconocido", obesidad o "pobres resultados en ciclos anteriores".

El decreto mantiene que sólo se podrán implantar tres embriones por ciclo, porque ya es práctica habitual y para evitar los peligrosos embarazos múltiples. Para el resto se prevé la congelación "por un plazo equivalente a la vida fértil de la mujer" para que se puedan usar más adelante si el proceso falla o la pareja quiere tener más hijos.

La presidenta de la Asociación Nacional de Ayuda a la fertilidad Ceres, María José González, se manifestó ayer "entusiasmada" con el decreto, y recordó que cada año más de 35.000 parejas se someten a ciclos de fecundación asistida. El 35% de ellas acude a centros públicos, y el 65% a clínicas privada.

También la Sociedad Internacional de Bioética apoyó la medida. En cambio la diputada popular Mercedes Roldós se alineó con grupos conservadores como Hay Alternativas y criticó que se habían aprobado "demasiadas excepciones", lo que supondrá un aumento del número de embriones congelados.

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