Presencia internacional de Cataluña y gestión aeroportuaria

La entrevista entre José Luis Rodríguez Zapatero y Pasqual Maragall tuvo como resultado el traslado a Barcelona de la sede de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones y la celebración, también en la capital catalana, de la Conferencia Euromediterránea, en 2005, en el décimo aniversario de la primera, que se celebrará en el recinto del Fórum de las Culturas. Además, ambos mandatarios afrontaron una serie de asuntos que se resumen a continuación.

- Presencia internacional de Cataluña. Dos días a la semana, un representante de la Delegación del Gobierno de la Generalitat estará presente en los debates que en materia de política internacional se celebren en La Moncloa, según anunció Maragall, puesto que "Zapatero quiere que Cataluña sea un lugar de creación de política internacional". Además, ambos presidentes acordaron la creación de un Centro de Estudios Internacionales, que agrupe diversas instituciones ya existentes en Cataluña. Maragall acompañará a Zapatero en el viaje que el presidente del Gobierno central realizará después del verano a las ciudades francesas de Toulouse y Montpellier.

- Cooficialidad lingüística. Pasqual Maragall aseguró que acordó con Zapatero buscar un estatus que permita que España avance hacia una política de pluralidad lingüística y hacia la cooficialidad de las "tres lenguas nacionalitarias": gallego, vasco y catalán. "No tendría sentido ganar terreno para el catalán en Europa y no hacerlo en España", sostuvo el presidente de la Generalitat. La cooficialidad en España comportará, según los anexos a la Constitución europea, la cooficialidad en Europa, a juicio de Maragall.

- Infraestructuras. Eje ferroviario de alta velocidad y ancho europeo entre Valencia, Barcelona y Montpellier y conexión con el eje cantábrico (Barcelona-Bilbao) a través del valle del Ebro. Zapatero se mostró receptivo en este asunto, al igual que en la creación de un ente que gestione los ferrocarriles en Cataluña en el que estén presentes Ferrocarriles de la Generalitat y la propia Renfe. Quedan fuera de este consorcio la gestión de la Alta Velocidad y los trenes de largo recorrido. Igualmente hay sintonía en la participación de la Generalitat y los municipios en la gestión de los aeropuertos y en AENA.

- Financiación autonómica. Escasa concreción en este terreno en el que, a juicio de Maragall, Zapatero acepta el principio claro de que las regiones ricas contribuyan y las menos favorecidas reciban de acuerdo con unas normas inteligibles y transparentes. Pero no se pasó más allá de los principios generales. Buena parte de la conversación entre ambos presidentes estuvo centrada en la deuda acumulada de la sanidad catalana, que asciende a unos 3.000 millones de euros.