El CNI sospecha que el PP filtra documentos secretos sobre Batasuna

Fuentes próximas al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) expresaron ayer su sospecha de que el PP ha filtrado a varios periódicos documentos secretos sobre Batasuna y recordaron que, hasta que el pasado 17 de abril se produjo el relevo, todos sus informes eran entregados a los responsables del anterior Gobierno.

El Mundo publicó ayer una nota, del 13 de marzo pasado, titulada "Situación de tensión en el País Vasco y Navarra", según la cual "los dirigentes abertzales [...] han transmitido consignas a sus militantes para conseguir que las últimas horas previas a las elecciones discurran con la mayor anormalidad posible".

La misma nota señala que el dirigente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, contactó con el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, para transmitirle un rumor según el cual si el PP ganase las elecciones por mayoría absoluta se suspendería la autonomía del País Vasco, se pondría la policía autonómica bajo la dependencia del Ministerio del Interior y se produciría una detención masiva de militantes abertzales.

El informe añade que Otegi contactó con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el dirigente de Eusko Alkartasuna Rafael Larreina, quienes no dieron credibilidad al rumor. Según el CNI, el propósito de Carod sería impulsar la movilización de las fuerzas nacionalistas y "forzar al PSOE a entrar abiertamente en una dinámica de presión sobre el Ejecutivo del PP".

Al mismo tiempo, los diarios El Mundo, Abc y La Razón revelaron ayer que el párrafo censurado del informe del CNI del 11 de marzo se refería a las declaraciones de dirigentes de Batasuna que desvinculaban a ETA de la autoría de los atentados, pese a que carecían de información directa de la cúpula de la banda.

Reacción de Carod

Tanto el documento como el párrafo tachado apuntan en la misma dirección: los dirigentes de la ilegalizada Batasuna están sometidos a vigilancia por parte del servicio secreto. Precisamente para no poner este hecho al descubierto, el Gobierno de José María Aznar decidió mantener en secreto ese párrafo cuando desclasificó el resto del documento, el pasado 18 de marzo.

Las fuentes consultadas señalaron que la vigilancia de dirigentes de Batasuna es legal, de acuerdo con la ley de Control Judicial del CNI. Para los líderes de Batasuna no es una sorpresa saberse espiados, pero la difusión de documentos puede poner al descubierto las modalidades de dicha vigilancia.

Carod-Rovira, sin embargo, interpretó ayer que era él y no Batasuna el objetivo del CNI. "Pensaba que con la tragedia que se estaba viviendo en aquellos momentos en España", dijo en alusión al 11-M, "las autoridades responsables se dedicaban a otra cosa y no a pinchar teléfonos de parlamentarios democráticamente escogidos por el pueblo". ERC y EA anunciaron que pedirán la comparecencia en el Congreso de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.