El PNV renuncia a ceder tres puestos en Lizartza a la izquierda 'abertzale'

El Partido Nacionalista Vasco ordenó ayer a Joseba Egibar, que pertenece a la dirección de la formación, que retire su propuesta de ceder tres concejalías en el Ayuntamiento de Lizartza (Guipúzcoa) a representantes de una candidatura de la izquierda abertzale, prohibida por los tribunales. Egibar es alcalde de la localidad citada. La ejecutiva peneuvista se reunió durante más de cinco horas en presencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe.

La desautorización de Egibar, avanzada la pasada semana por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, se refiere al acuerdo por el que se cedían tres concejalías a dos miembros de la plataforma abertzale Axurdario, a la que se impidió que concurriera a las elecciones, y al familiar de un preso de ETA. Sin embargo, se produjo a medio gas.

Imaz impuso su decisión en una ejecutiva donde Egibar está en clara minoría, junto con Gorka Aguirre, Markel Olano e Iñaki Guerenabarrena, que ayer no estuvo presente. Durante estos días se había barajado la posibilidad de trasladar el pacto con la plataforma ilegalizada de Batasuna a una asamblea nacional o incluso iniciar algún expediente disciplinario para desautorizar la decisión de Egibar.

De hecho, la cesión de tres concejalías a una plataforma anulada en las últimas elecciones municipales había reabierto la crisis que ha vivido internamente el PNV desde que Imaz y Egibar se enfrentaran en el proceso sucesorio de Xabier Arzalluz al frente de la dirección del partido.

La nota hecha pública ayer no implica una desautorización plena del trabajo de Egibar en Lizartza. El lehendakari abandonó el encuentro al filo de las nueve y simplemente dijo que la reunión había salido "muy bien".

La dirección peneuvista valora "positivamente" los intentos de Egibar de "buscar vías legales para la participación política", aunque sea a base de fórmulas que suponen, según aseguran populares y socialistas, un "claro fraude de ley". Ayer mismo, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, reiteraba esa crítica.

La nota de la dirección del PNV advierte, además, que "seguirá explorando y posibilitando cauces de participación a todos los colectivos y sensibilidades políticas en los municipios de Euskadi, a pesar de las especiales dificultades que viven muchos concejales y alcaldes, fruto de la presión a la que son sometidos por quienes tratan de imponerles una única y determinada forma de actuación generada por sus propias pautas y estrategias".

El PNV ratificó su "defensa de todas las ideologías" y reiteró su denuncia de la ley de partidos, "que ha privado de representación política a un sector de nuestra sociedad". Sin embargo, la dirección veta la iniciativa de Egibar con el siguiente argumento: "Nuestro partido no puede responsabilizarse de los comportamientos, actos u omisiones que las personas propuestas en Lizartza pudieran realizar bajo las siglas del PNV".