Trabajo vuelve a denegar a Fisipe el despido de sus 264 empleados

El Departamento de Trabajo e Industria de la Generalitat ha vuelto a denegar el expediente de regulación de empleo (ERE) que presentó la multinacional portuguesa de productos textiles Fisipe para despedir a sus 264 empleados de la planta que tiene El Prat de Llobregat (Baix Llobregat).

El presidente del comité de empresa, Joan Rodríguez, explicó que la notificación del Departamento de Trabajo justifica la nueva denegación del ERE porque la empresa "no ha agotado todas las posibilidades que podrían evitar la extinción de las relaciones laborales", pese a las pérdidas que sufre la compañía, que ha solicitado la quiebra de su filial española.

La Generalitat no tuvo en consideración, en su resolución, la solicitud de quiebra solicitada por la empresa porque dicha declaración se produjo con posterioridad a la presentación del recurso. El Gobierno catalán ya rechazó el pasado día 5 de mayo el expediente de regulación de empleo presentado por Fisipe al entender que las pérdidas no hacían inviable el proyecto, una decisión que la empresa recurrió, pero que ha sido desestimada de nuevo.

Rodríguez se mostró ayer satisfecho por la resolución de la Generalitat. "Estamos tranquilos porque nos ha dado la razón otra vez", señaló. Asimismo, recordó que con esta decisión, el Juzgado de lo Social número 22 de Barcelona, que debe resolver la demanda que presentaron los trabajadores para que fueran extinguidos sus contratos, "no se va a oponer" a que se declare improcedente el despido de estos empleados.

45 días por año trabajado

En el caso de que el juez falle a favor de extinguir los contratos como despidos improcedentes la plantilla tendría derecho a una indemnización de 45 días por año trabajado. "Estamos esperando la resolución del juez y esperamos que nos dé el despido improcedente y podamos buscarnos la vida", afirmó el presidente del comité de empresa.

Rodríguez explicó que la fábrica de El Prat de Llobregat está actualmente en funcionamiento, después de permanecer inactiva durante varios meses. En la actualidad, funciona una de las ocho líneas de producción y los trabajadores están "vaciando ordenadamente" el material que queda en los tanques para proceder a su cierre.

La resolución de la Generalitat supone un nuevo revés para Fisipe, que tras intentar vender sin éxito la empresa a un grupo de empresarios, encauzó todas sus acciones hacia el cierre de la factoría de El Prat, a pesar de que la plantilla aceptó reducirse el sueldo un 15%. La empresa alegó, en el expediente presentado para rescindir los contratos de sus trabajadores, unas pérdidas de 4,21 millones en 2000, de 7,93 millones en 2001 y de 8,44 hasta el tercer trimestre de 2003, a pesar de que cerró 2002 con un beneficio de 248.000 euros.