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Crítica:CRÍTICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La cibercarpintería

Javier Ocaña

La era de la cibernética ha llegado al taller de Gepetto. El segundo carpintero más famoso de la historia ya no se dedica a la ebanistería, ahora es una especie de ingeniero especializado en robótica que, eso sí, ha resucitado al Pinocho de siempre, creado por Carlo Collodi hace dos siglos.

P3K: Pinocho 3000, coproducción entre Canadá, Francia y España (a través de Filmax), pasa por ser el mayor esfuerzo de la animación no americana en tres dimensiones (3D) en la que se han invertido 8,5 millones de euros de presupuesto.

El francés Daniel Robichoud y su amplísimo equipo de colaboradores se han esmerado en que este Pinocho ambientado en el próximo milenio tenga un diseño de producción acorde con los tiempos. La línea básica del futurismo cinematográfico, formada por películas como Metrópolis, de Fritz Lang; Blade Runner, de Ridley Scott, y Minority report, de Steven Spielberg, junto a algunas gotas del 1984, de George Orwell, está en esta nueva versión del niño mentiroso, eterno aspirante a la autenticidad de la carne y el hueso.

P3K: PINOCHO 3000

Dirección: Daniel Robichoud. Intérpretes: Carlos Latre, Lucrecia (voces). Género: animación infantil. España/Francia/Canadá, 2004. Duración: 80 minutos.

Bonitos diseños

Sin embargo, junto a los bonitos diseños, los responsables de la película se han olvidado (o han querido olvidarse) de los ingredientes esenciales que han convertido en un entretenimiento para chicos y grandes a todos los productos de Pixar (Toy story, Buscando a Nemo...), y algunos de DreamWorks (Shrek) y el animado japonés (El viaje de Chihiro).

A la película le falta originalidad, sentido del humor e incorrección política (el Pinocho de Shrek 2, personaje secundario al que le crece la nariz cuando afirma que no le gusta llevar lencería femenina, está a años luz de este P3K) y le sobra un punto de cursilería.

En cuanto al doblaje que realizan las mujeres imitando voces de niños nos retrotrae al tono de la Disney más relamida (recordemos que a Nemo, tanto en la versión americana como en la española, lo doblaba un crío). El guión de P3K: Pinocho 3000 está demasiado cargado de escenas que basan su supuesta comicidad en caídas típicas del slapstick, algo que puede hacer reír a un niño de 6 años, pero en modo alguno a uno de 16 y mucho menos a uno de 66.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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