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Entrevista:MIREN EGUIGUREN | Premio Cooperante Vasca

"Los más pobres son ya mi pueblo"

Miren Egiguren (Bedania, Guipúzcoa, 1947) lleva más de 30 años viviendo en el peligroso Petare de Caracas, los cerros que rodean el norte de la capital venezolana, donde se hacina un millón de personas y la delincuencia ha destrozado muchas vidas. Llegó a Venezuela como misionera seglar y en Barrio Bolívar ha hallado su lugar en el mundo. Allí vive con sus tres hijos adoptivos, a cuya madre biológica, enferma, también cuida. Hoy recibe de manos del lehendakari el Premio Cooperante Vasca 2004.

Pregunta. ¿Que le llevó a irse en Venezuela en 1971?

Respuesta. El deseo de hacer algo importante para los demás, de ayudar, de poner mi vida al servicio de los más pobres.

P. Y termina viviendo en la zona más peligrosa de Caracas.

R. Vivo en Petare por circunstancias, pero por opción personal, vivo entre los pobres y en ese ambiente de tanta violencia, porque ahí están las personas que quiero, ya son mi pueblo.

P. Impulsó la creación de la casa de la comunidad, una cooperativa de alimentación que hoy tiene 10.000 socios, contribuyó a que llegara el agua a los cerros,...

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R. La llegada de agua potable tras 24 años sólo el que ha vivido sin agua puede entender lo que significa. Ha sido un milagro comunitario. He sido la fundadora de todo eso, pero con la participación de la comunidad. La casa comunitaria tiene ya seis pisos. Hay 120 niños de guardería, tareas para niños desescolarizados, una panadería industrial, que funciona como una cooperativa, alfabetización de adultos,... Tenemos un centro de salud donde médicos cubanos atienden a la población y una cooperativa donde la población ahorra para cambiar sus ranchos por casas que fabrican ellos mismos, ayudándose unos a otros.

P. ¿Qué trabajo tiene ahora entre manos?

R. Con la ayuda del Gobierno venezolano, hemos podido dar de comer durante un año a 1.400 niños y jóvenes. El deseo es hacer una infraestructura junto con Fe y Alegría para dar comida a 3.000 niños. Contamos con la ayuda del Gobierno y empresas privadas; lo que nos falta es una buena infraestructura.

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