Tropas de EE UU desmantelan un taller de coches bomba en Irak

Soldados estadounidenses han detenido a 51 presuntos insurgentes dedicados a fabricar y plantar coches bomba y otros artefactos explosivos, según informó ayer un comunicado militar. Las detenciones se produjeron cuando miembros del VIII Regimiento de Caballería descubrieron un taller clandestino en el sur de Bagdad con cuatro coches bomba en diferentes etapas de preparación y tres cajas fuertes con más de 12 millones de dinares (7.200 euros).

En ese taller de la muerte se encontraron, además, cinco Kaláshnikov, medio millar de cargas, varios temporizadores, teclados de ordenador, cables y un visor para un lanzagranadas. Junto al dinero también hallaron documentos y libros de cuentas. Los responsables de la operación están convencidos de que han capturado al financiero, al fabricante de los artefactos explosivos, al ojeador y al responsable de detonar las bombas al paso de los convoyes.

Tres fueron detenidos en el lugar, no especificado. En otro sitio los soldados descubrieron varios escondites de armas con artefactos caseros empleados para camuflar lanzagranadas en las cunetas parcialmente montados, además de ocho granadas, cerca de 25 kilos de explosivo C-4, TNT, detonadores y otra munición. Fueron detenidos 30 sospechosos.

"Las informaciones que han facilitado hasta ahora han permitido identificar otros ocho escondites, en uno de los cuales los soldados encontraron tres artefactos explosivos ya montados", indica el comunicado. Además, en esos lugares se procedió a la detención de otras 18 personas presuntamente implicadas en la fabricación o posterior colocación de las bombas. Es la primera vez que detienen a los fabricantes de bombas.

"Negar al enemigo de los iraquíes las armas que usa para matar civiles es siempre un éxito destacable", manifestó el teniente coronel James Hutton, portavoz de la Primera División de Caballería. "Estos hallazgos suponen un golpe a las fuerzas antiiraquíes", añadió utilizando el término que ha sustituido a fuerzas anti Coalición para referirse a los insurgentes.

Pero ese golpe no impidió que ayer seis guardias nacionales [cuerpo policial militarizado] resultaran muertos y otros cuatro heridos al ser atacados en un control de carretera en Mahmudiya, 30 kilómetros al sur de Bagdad. Las nuevas autoridades iraquíes han pedido la ayuda de la OTAN para entrenar a sus fuerzas de seguridad. El propio ministro del Interior, Fatah al Naquib, ha reconocido en varias ocasiones que ni sus soldados ni sus policías están aún preparados. La jornada de violencia se completó con la muerte de un marine estadounidense herido el día anterior en la provincia de Al Anbar, el cuarto en este mes.

El investigador iraquí de la presunta corrupción en el programa Petróleo por Alimentos de la ONU, Ihsan Karim, falleció ayer por las heridas sufridas el jueves en un atentado. Karim lideraba una investigación, independiente del Gobierno, sobre comisiones millonarias pagadas por empresas a Sadam para asegurarse contratos de ese programa humanitario.