Un motor sorprendente
Aunque por fuera parece sólo una puesta al día, el nuevo Octavia ofrece una calidad de conjunto muy superior. Se aprecia a primera vista en los acabados, más elaborados, pero también al conducirlo, con un tacto sólido y preciso y esa sensación de robustez de los coches buenos. Y sólo las banquetas de los asientos, algo duras y con poca sujeción lateral, resultan mejorables.
Potencia con bajo consumo
La versión básica en gasóleo monta el motor 1.9 TDi de VW con 105 CV. Lleva un cambio de cinco marchas y ofrece unas prestaciones y consumos sorprendentes: corre como si tuviera más de 120 CV y gasta como un utilitario. Para empezar, el tacto es suave y silencioso, no vibra y está muy bien aislado. Y sobre todo mueve el peso con gran soltura, empuja con mucha fuerza desde 1.500 vueltas y sube de revoluciones con rapidez hasta 4.500. Lo único que se echa en falta es más elasticidad por debajo de 1.500 vueltas, aunque sólo se nota en ciudad, y también algo de brío para acelerar con más rapidez y seguridad en los adelantamientos. Pero se defiende muy bien y permite viajar a ritmos rápidos a punta de acelerador.
Este rendimiento sobresaliente se completa con unos consumos increíblemente bajos para su peso y tamaño. Puede gastar poco más de cinco litros a ritmos legales, para pasar de siete en carretera hay que estirar las marchas, y no es fácil llegar a ocho en ciudad. Con estas cifras y un depósito de 55 litros se pueden recorrer casi 1.000 kilómetros sin repostar.
Buen equilibrio dinámico
El Octavia vuelve a confirmar que VW ha solucionado por fin las carencias de sus suspensiones. Comparte la base mecánica de los nuevos Golf, A3..., y ofrece un buen equilibrio entre estabilidad y confort en cualquier trazado, ya sean lentos y virados o rápidos. La dirección es precisa y obedece en las curvas sin balanceos laterales transmitiendo sensación de solidez. Además es ágil, y, a pesar de tener un recorrido corto de suspensiones, filtra bien, en parte gracias a los neumáticos opcionales 205/60/15, que tienen unas medidas apropiadas para ofrecer una buena estabilidad sin sacrificar el confort en pisos bacheados. Así, el nuevo Skoda circula siempre con una comodidad notable, que, junto a la buena insonorización, hace más agradables los viajes largos.
Los frenos, con ABS de serie, paran con potencia y puede añadir como opción el ESP, que elimina el riesgo de derrapajes.
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